Por Aída Zhingre
Siete años de trayectoria laboral en el hospital Vicente Corral Moscoso, como anestesióloga, sólo le han reconfirmado su vocación a Angélica Bernal, esposa, y madre de dos niños pequeños. La jefa del área ya les anticipó mucho antes que estarían los anestesiólogos en primera fila del frente COVID 2019 por su experticia en el manejo de sistemas de ventilación.
El miedo si lo hay como en todo ser humano, más aún cuando la tierna edad de sus hijos (2 y 4 años) le impiden un aislamiento total de la familia, pero al cruzar la puerta del hospital, se olvida del mundo exterior y su concentración está en los pacientes y en su deber de hacer todo por salvar vidas, a ello se suma la confianza que le brindan las instalaciones adecuadas para atender a los contagiados.
El 19 de marzo junto a 8 anestesiólogos se incorporó al equipo COVID 19. “Cuando entré, una mujer de 28 años que estaba confirmada, lloraba al saberse ahí y vernos con aquellos trajes, le confirmé que dio positivo, me identificaba con mi nombre escrito con marcador y así fuimos generando confianza y ánimo, se tranquilizó y hablamos”, relató.
También habían pacientes críticos a los tuvo que ventilar, pero se ha sentido segura por tener su equipo de protección de por medio.
La población en sí ha entrado en pánico, no solo contra los pacientes, también contra los médicos, creen que por ser médicos andamos transmitiendo el virus; es necesario que sepan que la mayoría de pacientes presentan síntomas ligeros y algunos son incluso asintomáticos y pueden estar transmitiendo la enfermedad, entonces lo primero que se debe hacer con quien da positivo es aislarlo en casa y brindarle todo el apoyo psicológico.
Esta persona necesita apoyada, su estabilidad psicológica es muy importante para que su sistema inmune se desarrolle para su defensa. Si al aislamiento físico se suma el aislamiento emocional, su estado puede llegar a complicarse, por ello se debe tener todas las precauciones necesarias, prepararle su habitación darle los alimentos.
“Nunca pensé que tendría que enfrentar una situación como la que se está viviendo ahora. Me estreso pero me hice médico por vocación y ayudar a estas personas es mi reto profesional pero a la vez mi satisfacción personal.
La buena organización del hospital y la capacitación, ha facilitado el trabajo, según esta anestesióloga. Una profesión se tiene que llevar con amor y los retos se alcanzan trabajando en equipo, no es sólo el médico o la enfermera, o el personal de limpieza, es la familia y la sociedad, es la lección que a su criterio deja esta experiencia a todos.