El ingeniero Guillermo Schroeter en 1924, fue quien realizó los estudios técnicos y los planos para la provisión de agua potable y alcantarillado para Cuenca. En 1948 se creó la EMLAT, empresa municipal de luz, agua y teléfonos, y es en 1960 cuando la urbe tiene por primera vez agua potable vigilada y controlada.
Desde 1968, al crearse ETAPA, Cuenca mantiene características especiales en esta materia en el país. Las dificultades posteriores, fueron muy bien sorteadas por la capacidad y entrega de técnicos cuencanos, y los muy buenos administradores que en general ha tenido la empresa, convirtiéndose la dotación de agua potable y alcantarillado, en una política de ciudad, a prueba de cualquier manejo político.
La vigencia plena de los Planes Maestros para la cobertura de agua potable y alcantarillado aseguran la dotación de los servicios hasta el 2030. Los estudios para la planta de potabilización de Tixán se iniciaron en 2016 y las pruebas operativas y puesta en marcha se dieron en 2019, con una cobertura de 9.950 ha, atendiendo a un 45% de la población; sumadas a las emblemáticas plantas de El Cebollar y Sustag, se dota del servicio a más de 600 mil habitantes.
Los datos de la tercera ciudad de Ecuador son inmejorables. La población urbana tiene el 98% de agua potable y la zona rural el 94%; el alcantarillado (1801 km) cubre un 96% de la zona urbana, y es digno destacar el trabajo en el territorio rural de la administración 2014-2018, cuando pasó del 61,7% al 91,6% de cobertura.
Se ha construido 225 km de interceptores para recoger las aguas servidas; siendo sustancial el crecimiento desde 2014 del 92 % (urbano) y 71% (rural) para tener espacios llenos de verdor como el mega parque Tarqui-Guzho, cruzados por ríos limpios, que invitan al encuentro familiar sin peligros.
Hoy, al conmemorar 463 años de fundación de Cuenca, es necesario insistir en la necesaria continuidad de las políticas de dotación de agua potable y saneamiento ambiental de la ciudad. En la siguiente entrega comentaremos algo más. (O)