Desfase de 5.700 muertos en Guayas apunta a una crisis más grave

La situación sanitaria en la provincia de Guayas, epicentro de la pandemia del coronavirus en Ecuador, puede ser mucho peor de lo descrito hasta ahora por las autoridades, tras confirmarse este jueves un desfase de 5.700 fallecimientos durante la primera quincena de abril.

«En las cifras que hemos logrado cruzar con el trabajo, con el Ministerio de Gobierno y con el Registro Civil, tenemos aproximadamente 6.703 fallecidos reportados en estos 15 días de abril en la provincia del Guayas», dijo el jefe de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) en esa zona, Jorge Wated, en una rueda de prensa virtual.

Teniendo en cuenta que el «promedio usual mensual (en Guayas) es de aproximadamente 2.000 personas», el desfase a estas alturas sería de unos 5.700 muertos por encima de lo habitual, lo que el alto funcionario atribuyó a «diferentes causas»: «COVID, presunto COVID y muertes naturales».

CAUSAS DESCONOCIDAS

Se trata de decesos cuyas causas se desconocen y se han producido en toda esa provincia del suroeste de Ecuador, de la que es capital Guayaquil, considerada la «Wuhan ecuatoriana».

Esos datos no están contabilizados en las estadísticas oficiales por COVID-19, que a día de hoy suman 8.225 contagios a escala nacional, de los cuales 403 acabaron en fallecimiento, más otros 632 decesos «probables».

En esta provincia, los positivos se elevan a 5.754 confirmados y 187 muertes, lo que representa un 46 por ciento del total.

Wated está al frente de la FTC, una fuerza conjunta civil y militar de entre 100 y 150 hombres, despachada por el Gobierno de Lenín Moreno a Guayaquil a mediados de marzo, cuando los contagios allí crecían vertiginosamente y el sistema sanitario y los mecanismos de enterramiento se vieron colapsados.

En esta ciudad, los trabajos de ampliación de cementerios continuaban a día de hoy en previsión de un número de muertos desproporcionado.

SUBREGISTROS

La FTC gestionó en unos diez días la recogida de unos 1.400 cadáveres de domicilios privados y calles donde fueron sacados por familiares ante la imposibilidad de convivir con ellos durante días, además de hospitales, pero no incluía los que habían recogido funerarias privadas.

La mitad de ellos, confirmó Wated a Efe, han sido enterrados y los otros 700, aún en morgues fijas y móviles, serán inhumados en los próximos días en paralelo a la gestión de los que van falleciendo cada jornada.

«Dentro de esa dura realidad (…), aspiramos a que en los próximos días estas cifras se vayan reduciendo», indicó el funcionario al agregar que también se está revisando el caso de la provincia de Santa Elena (vecina a la del Guayas), donde desde el fin de semana se reporta un creciente número de muertos por encima de lo habitual.

En ese península, uno de los principales balnearios de Ecuador, más de 200 personas han fallecido en las últimas dos semanas y media, cifra muy por encima de la habitual, según confirmaron a Efe los alcaldes de tres de sus cantones.

El subregistro de datos, tanto de contagiados como de fallecidos, era una de la posibilidades barajadas por el Gobierno de Moreno, que hace dos semanas llegó a hablar de entre 2.500 y 3.500 muertos solo en la ciudad de Guayaquil.

Pero la notificación de un desfase de 5.700 muertos, solo en dos semanas y en una sola provincia, ha sorprendido por el alcance, y de confirmarse supondría un fuerte repunte del impacto de la enfermedad, a pesar de que Wated precisó que se trataría de muertes directas e indirectas.

Entre las posibles causas están la falta de acceso a servicios médicos especializados durante marzo, la escasez de pruebas del coronarirus al inicio de la ola de contagio y otras razones.

DE LOS MÁS AFECTADOS EN AMÉRICA LATINA

Ecuador está, por número de contagios, entre los cuatro países de América Latina más afectados, después de Brasil, Perú y Chile, si bien por fallecimientos ocupa la segunda posición sólo por detrás de Brasil.

Pero con una población de 17 millones de habitantes, y teniendo en cuenta que Guayas (3,5 millones) concentra el 70 por ciento de los casos de contagio a escala nacional, y su capital Guayaquil (2,7 millones) el 52 por ciento, se trataría per cápita de una de las zonas más castigadas de todo el mundo.

Ni la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, que estas últimas semanas ha estado clamando por ayuda internacional, ni el prefecto Carlos Luis Morales, ni el gobernador Pedro Pablo Duart se han pronunciado hasta ahora sobre el nuevo dato.

Quienes sí lo han hecho han sido activistas de la oposición correísta, que han vuelto a poner en duda las cifras ofrecidas por el Gobierno y criticado su gestión de la crisis.

¿ESTABILIZACIÓN?

Pese a su anuncio, Wated insistió hoy que «dentro de las 24 provincias (de Ecuador) existe una estabilización», y habló incluso de «un decrecimiento en la curva de fallecidos, incluyendo Guayas».

Se trata, precisó, de fallecidos en hospitales, donde la presión de pacientes esta última semana se ha aliviado en comparación con las anteriores, cuando Guayaquil estaba en un descontrolado círculo de contagio y crisis humanitaria, lo que consideró «alentador».

En su informe diario, la ministra de Gobierno, María Paula Romo, indicó que hay alrededor de 11.000 pruebas ya realizadas cuyos resultados se esperan en los próximos días, que darán una imagen más fidedigna de la situación en el país.

A Guayas le siguen en número de contagiados la provincia de Pichincha con 736 casos, Los Ríos con 274, Manabí con 244, Azuay con 205, El Oro con 193 y Cañar con 117.

El resto de provincias tienen menos del centenar cada una. EFE

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