Enfermedad mortal en el mundo fue enfrentada con medidas epidemiológicas precursoras.
Hace poco más de un siglo terminaba la Primera Guerra Mundial y enseguida se desató por el mundo una mortandad peor a la que causó la guerra. Se estima que la “Gripe Española” causó de 20 a 50 millones de muertos. Esta enfermedad afectó al país y especialmente a Quito, donde, entre diciembre de 1918 y enero de 1919 causó 15.000 contagios y 185 defunciones.
Apenas se supo por informaciones de prensa, que la gripe afectaba a varias ciudades en el mundo, el Municipio de Quito se asesoró con la facultad de Medicina y se tomaron medidas sanitarias en alguna forma similares a las actuales, para mitigar los efectos de lo que entonces ya era una pandemia. Entre ellas: se impuso la cuarentena a las personas afectadas, las que no podían dejar su habitación; se organizó el envío de alimentos en su beneficio, elaborados con nutrientes adecuados, eran gratuitos, financiados por el Gobierno, Municipios y Juntas de Beneficencia. Los alimentos se preparaban en cocinas gratuitas y las distribuía la “Policía Sanitaria”.
Se asignó espacios especiales en el hospital para atender a los pacientes más graves, una comisión se hizo cargo de la dirección de la emergencia, se emitió una cartilla con principios de higienismo público, para las personas de economía limitada, los médicos extendían recetas que las boticas despachaban y cobraban luego al Estado.
La información mencionada está consignada en el libro de investigación histórico-médica “Pensamiento médico… trazos de la figura de Isidro Ayora”, de Germán Rodas Chaves, publicado por la Universidad Andina Simón Bolívar. La obra destaca el rol del médico Isidro Ayora, decano de la Facultad de Medicina de la universidad quiteña. (AVB)-(I)
APOYO
Centros educativos de Quito fueron cerrados, lo mismo los teatros y la ciudad fue zonificada para el control.