Manuel Sagbay: “Nunca falta una persona que extienda la mano”

Le llaman “El Mago”, tiene 61 años, trabaja por más de dos décadas como utilero en Deportivo Cuenca

Don Manuel Sagbay es todo un personaje en el Deportivo Cuenca. Le conocen más como “El Mago”. Siempre tiene una fórmula para aquel que quiere darse por vencido. La vida misma le enseñó a ser fuerte para sobreponerse a la adversidad.

Hoy sobrevive del apoyo de amigos y vecinos a la espera que el club le ayude con un porcentaje de los sueldos atrasados, aunque no es optimista. Sabe que la situación no es la mejor y cuando ha conversado con algunos directivos, la respuesta ha sido la misma: no hay plata.

Manuel es el sostén de la familia. Vive con su esposa, dos hijos y una nieta de un año y medio. Dice que su hijo aportaba algo, pero se quedó sin trabajo por la pandemia del Covid19. “Tengo que hacer lo imposible para ver si saco algo para el diario vivir”, confiesa tras precisar que le deben algunos meses de 2019 (ocho en sus cálculos) y de 2020 sólo le cancelaron el mes de enero.

A sus 61 años, el Cuenca es su única fuente de ingresos. “Dios es grande, nunca falta una persona que extienda la mano, incluso técnicos de las divisiones menores de años anteriores como Daniel Segarra, Mayita (Leonardo Vanegas) … Por ahí hemos hecho una llamadita a la Gobernación para que nos ayuden con alimentos… Estamos debiendo como cinco meses a la dueña de casa, pero ella nos comprende un poco y no nos está molestando por el momento”.

Inicios

El club es su segundo hogar por casi 22 años, desde que dejó su natal Guayaquil. “Antes de venir a Cuenca trabajaba como conserje en la Sociedad de Zapateros de Auxilios Mutuos… en mi juventud era un andariego…, un día dije voy a ir a probar suerte en Cuenca, agarré el bus y pasé acá el fin de año del 94. En el 95, cuando estuve vagando, empecé a buscar trabajo y me encontré con el finado Pepe Chazi (fisioterapista) que me dijo que necesitaba un ayudante”.

En principio desconocía lo que hacía un utilero, hoy es uno de los más antiguos en la rama. En 2001 pasó a Liga de Cuenca y en 2004 retornó al Expreso Austral. Con ayuda del profesor Daniel Josami empezó a ser el ayudante de campo de la Sub 20. Actualmente se mantiene en las divisiones formativas.

Proyecto

Su sueño es jubilarse y empezar un negocio de comida. Asegura ser muy hábil para preparar diversos platos de la gastronomía ecuatoriana. Por ahora procura conseguir los alimentos para la familia y los medicamentos para su esposa María Teresa Bravo, quien además de sufrir de la presión, desde hace dos meses acarrea un dolor en la parte de la cintura. “De dónde saco los medios para hacerle una radiografía y ver qué mismo tiene”, se cuestiona.

En esta cuarentena procura hacer cualquier actividad para no extrañar tanto una cancha de fútbol. “Como estamos cerca del campo vamos a ver leña para cocinar, a coger hierba para unos pocos cuyes que tiene mi esposa. Cuando ya no se puede salir, mi esposa se dedica a tejer ropa de bebé, yo arreglo la leña, la cocina, algunas goteras. Hay que buscar qué hacer porque si me quedo cruzado los brazos, chuta imagínese lo que es”. (BST)-(D)

Manuel Sagbay es hincha de River Plate argentino. En la gráfica junto a su esposa María Teresa Bravo. Cortesía