Esta semana Deportivo Cuenca lleva a cabo un nuevo microciclo de trabajo, mismo que es controlado por el cuerpo técnico a través de la plataforma Zoom. El preparador físico, Javier Solís, precisa que las planificaciones están direccionadas a desarrollar principalmente la fuerza y la parte aeróbica.
El trabajo se ejecuta en dos grupos y en doble sesión. Como si estuviesen en la cancha, la rutina empieza tras una charla con los jugadores. Solís especifica que el plan de la primera sesión está diseñado de manera general, con cargas similares, después, cada futbolista realiza la segunda sesión de forma individual independiente del espacio e implementación que posea.
Admite que la mayoría tiene una sala, un corredor y las gradas para hacer los ejercicios. Resalta el esfuerzo de algunos en conseguir accesorios complementarios como bicicletas estáticas, caminadoras, bandas elásticas, bosus, etc. Si faltan pesas, las alternativas son mochilas o chalecos con peso y botellas con agua.
“La fuerza se desarrolla mediante abdominales, sentadillas, es como un gimnasio; la parte aeróbica comprende saltos, carreras en el propio puesto, es como hacer aeróbicos”, explica el profesional cuencano. Subraya que, así como las cargas no siempre son fuertes para evitar lesiones, a veces se dirigen a una parte muscular específica para romper la monotonía.
Considera que, de vuelta a la actividad normal, los futbolistas no tendrán que preocuparse demasiado por la parte física sino en recuperar el ritmo de juego que se consigue con diferentes acciones sobre una cancha de fútbol como el dominio de balón en espacios reducidos.
En la parte nutricional, los jugadores reciben dietas y a diario controlan su peso, en caso de cualquier desbalance, trabajan con el médico. El peso corporal es importante en ellos. Incluso hay clubes que sancionan el sobrepeso.
Es el caso de Real Madrid. En octubre de 2019, medios españoles develaron que los jugadores pasan por la báscula una vez a la semana y si se encuentran por encima de su peso ideal deben de pagar 250 euros. La multa puede cuadruplicarse en caso de reincidencia. (BST)-(D)
