ARTESANÍAS
En el cantón Azogues, de la provincia de Cañar, han cientos de tejedores de sombreros y más prendas artesanales de paja toquilla , sin embargo la emergencia y el confinamiento los tiene en crisis.
El Municipio con la administración del alcalde Romel Sarmiento, ha diseñado un plan de atención a este sector artesanal a fin de que se mantenga ocupado y elabore sus obras con miras a obtener recursos para sus familias.
Son unas 150 familias las que se han unido a esta propuesta que consiste en que la Municipalidad les apoye con el aprovisionamiento de la materia prima en sus domicilios al mismo precio que está en el mercado común, la ideas es que no salgan a exponerse a posibles contagios.
Para ello, el Municipio adquiere la paja toquilla y la entrega en casa al mismo valor, y los artesanos siguen con su trabajo; al momento ya hay producto pero surge el problema de que no hay mercado.
“Estamos tratando de contactarnos con comerciantes y exportadores para ver si adquieren el producto o a su vez copiar como Municipio, para la posterior comercialización”, expresó Sarmiento.
Costos
Cada sobrero está valorado en 8 o 10 dólares según la calidad; el proyecto es parte de la planificación del departamento de Desarrollo Comunitario del Gobierno Municipal, con la dirección de Manuel Rojas, cuyo contacto es el 0999023156, si hubiere interés en comprar estas artesanías.
También para adquisiciones se puede llamar al 0998495930, del coordinador del proyecto municipal con las toquilleras, Samuel Huertas.
Este sector artesanal está integrado en un 80% por mujeres y muchas de ellas son jefas de hogar, quienes al momento requiere del apoyo del público adquiriendo sus sobreros, para poder generar ingresos para el sustento de sus familias, sólo un 20% son varones y jefes de hogar.
Este arte de hacer sombrero tejidos de paja toquilla a mano, está muy difundida en la provincia de Cañar, sin embargo gran parte de las personas artesanas está en los alrededores de Azogues, ciudad capital de la provincia.
La paja
La fibra que proviene de la hoja de la planta de toquilla, se procesa en los propios lugares de producción, Mediante el ripiador o unas púas eliminan la parte exterior de la fibra o sus filos para obtener la paja, haciendo 4 tapas de cada uno de los llamados cogollos.
Después del desvene se procede al cocinado y secado de la paja, para venderlas en bultos, de los cuales se extraen los llamados ochos, que son vendidos por las comerciantes a las tejedoras, en los mercados.
Una vez adquiridos los cogollos, las artesanas comienzan el tejido de los sombreros. El número de cogollos a usar depende del tipo o clase del sombrero que se va a confeccionar.(AZD)-(I)