“Nueva normalidad” no convence en Azuay

El subregistro de datos, las pocas pruebas aplicadas a la población y la detección de 37 nuevos casos en comerciantes de El Arenal motivan que las autoridades locales pidan al Gobierno que revea su decisión, al menos en Cuenca, para el regreso a las actividades normales.

El prefecto Yaku Pérez fue el primero en pronunciarse sobre el tema y pidió al Gobierno Nacional invertir en alimentos y en pruebas para la detección de casos

Es una locura volver a una falsa ‘normalidad’ sin haberse realizado pruebas para detectar COVID-19 de forma masiva en el país, nos pondría en riesgo de un contagio a todos; el Gobierno tiene que invertir en alimentos para la población y en pruebas PCR para identificar contagios”, sostuvo.

El Concejo Cantonal de Cuenca, con la firma de nueve de sus ediles, se pronunció al respecto a través de una carta abierta dirigida al alcalde Pedro Palacios y al gobernador Xavier Martínez, quienes encabezan el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal y provincial, respectivamente.

En la misiva, los concejales señalan que el levantamiento de las medidas de aislamiento solo será posible cuando “la transmisión del virus esté controlada, lo que actualmente no sucede en el cantón”.

El alcalde Pedro Palacios también se pronunció contra la medida, lo hizo en el marco de la reunión del COE Cantonal del último sábado donde pidió mantener la fase de cuarentena hasta que los análisis permitan tomar otra decisión.

Es indispensable que se pueda ampliar la toma de pruebas para evitar más contagios y medir la capacidad hospitalaria”, manifestó Palacios.

Ayer, mediante comunicado, el Consorcio de Juntas Parroquiales de Cuenca se sumó a los pedidos.

“Expresamos nuestra posición de que se mantengan las medidas actuales y se analice con responsabilidad esta propuesta en la provincia del Azuay”, indica el pronunciamiento.

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Para Sergio Alvarado, quien tiene un negocio de venta de celulares en el centro de la ciudad, el regreso a las actividades normales es cuestión de “hambre o salud”.

Él se arriesgará hoy a abrir parcialmente su negocio ante la imposibilidad de obtener recursos.

“Yo nunca he necesitado ayuda del Gobierno, tengo mi negocio, mis cosas, pero si no nos dejan trabajar el hambre nos va a matar antes que el virus”, afirma.

La situación económica de artesanos y comerciantes es crítica según sus dirigentes.

La presidenta del gremio artesanal, Piedad Soto, indica que varios de sus compañeros no han tenido ingreso alguno durante el último mes, lo que les lleva a una situación crítica.

Andrés Robalino, presidente ejecutivo de la Cámara de Industrias Producción y Empleo (CIPEM), indica que sin liquidez es probable que pequeñas y medianas empresas empiecen a declararse en quiebra durante las próximas semanas.

El alcalde Pedro Palacios asegura que en el Municipio están conscientes de la difícil situación económica que atraviesan algunos sectores de la ciudad, por lo que se trabaja en alternativas tecnológicas y se mantiene la ayuda humanitaria a través del banco de alimentos.

Sostiene además que el principal indicador para un posible retorno a la normalidad es la capacidad de atención de los hospitales locales, que no ha sido rebasada por el momento en Cuenca.

Sin embargo, es posible que la capacidad médica no sea suficiente ante la falta de colaboración de la ciudadanía, que puede provocar que los contagios se disparen.

El fin de semana se registró la presencia de vehículos en las afueras de supermercados, a pesar de la restricción vehicular.

También se presentó desorden en ferias barriales y personas que evadieron el toque de queda, factores que pesan en el análisis previo a retomar la normalidad. (JMM)-(I)

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