El cambio de color en el “semáforo COVID-19” es una opción que los médicos no rechazan, siempre y cuando el regreso a las actividades sea “ordenado y técnico”, indica el doctor Luis Tamayo, quien ve en la aplicación de pruebas en las empresas una salida para el retorno al trabajo.
El intensivista Marlo Palacios sostiene que es posible cambiar de semáforo ya que “los casos nuevos de pacientes han disminuido en las últimas dos semanas, el sistema de salud no se ha desbordado, y las defunciones en marzo y abril no han sido superiores a las de enero y febrero”.
Sostiene que la mejor forma de contener esta enfermedad es que toda la población use mascarillas y mantenga el distanciamiento, así como el lavado de manos.
Pide “suspender las fumigaciones incluido los túneles, ya que solo causarán más enfermedades respiratorias por la inhalación de las substancias y no sirven para destruir al virus”.
Asimismo, plantea dejar el temor de lado y abrir paulatinamente las instituciones públicas, privadas y el comercio “antes que la miseria económica se generalice en nuestra ciudad”.(I)