04Presenciamos un hecho bochornoso la semana pasada cuando Juan Sebastián Roldán en una mezcla de ingenuidad y chauvinismo, decidió presentarse en la, venida a menos, CNN en español, ante un “pandillero con poder” como lo bautizó nuestro amable amigo Gustavo Vega. Lejos de adjetivar al sujeto en mención, tenemos la obligación moral de no dejar pasar la anécdota pues la “entrevista” nos recordó los terribles tiempos en los que verdaderos periodistas fueron encarcelados y perseguidos por los tiranos de turno. Pero, más allá de esta ignominiosa situación preconcebida para obtener ratings mundiales, reflexionamos sobre aquellos entrevistadores que llevan a sus invitados a su picota e intentan degollar cabezas bajo sus vulgaridades y otras injurias. La interrupción, el obstáculo, para obligar al entrevistado a decir lo que ellos quieren, aparte de ser una muestra de la más elemental falta de cortesía, induce al escucha a tener la conciencia de ser objeto de manipulación constante. Muy lejos aquellos tiempos en los que la pregunta sagaz, inquisidora era muestra de conocimiento e inteligencia. ¡Pobres “periodistas” que imaginan su micrófono como un instrumento de viril poderío! nada más lejos de lo que requiere el pueblo que escucha. He aquí la lección: no se debe dar “margaritas a los cerdos” en su rincón. Reiteramos, los políticos improvisados y la prensa amarillista a nivel mundial, no nos representan.
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Cerrar - Porque esto es África23 de noviembre de 2024