Jhon Machado
“Aunque las autoridades digan lo contrario, en Cuenca tenemos un semáforo en amarillo implícito”, comenta Santiago Hidalgo, constructor que retomó esta semana sus actividades de manera formal.
El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Cantonal debe decidir hoy si cambia a amarillo o mantiene las actuales restricciones.
La actual disposición, con el semáforo en rojo vigente, vence el lunes y las resoluciones sobre un cambio deben tomarse 48 horas antes de su aplicación.
Al igual que Hidalgo, los constructores que están a cargo de las remodelaciones del Supermaxi del Vergel, así como mecánicos, empleados de papelerías, centros de abasto, farmacias, restaurantes y servicios a domicilio han aprendido a convivir con el virus, y no son los únicos.
“Necesitamos pensar en un regreso a las actividades pero de forma ordenada y si prisas”. Luis Marío Tamayo, director médico Santa Inés.
A pesar de que abrir negocios no esenciales está prohibido, no son pocos los negocios que han abierto sus puertas y están laborando a diario ante la falta de dinero para enfrentar la emergencia sanitaria.
La dinámica social es uno de los factores que el COE Cantonal está obligado a revisar antes de tomar una decisión, los otros parámetros tiene que ver con la capacidad del sistema sanitario.
En este último aspecto, en Cuenca se tenía hasta ayer 484 casos de coronavirus y 160 pacientes están bajo sospecha.
En total se registran 2.253 atenciones de las que 1.609, esto es el 71 %, dieron negativo.
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De acuerdo con el director médico del hospital Santa Inés, Luis Mario Tamayo, las estadísticas “se han manejado de manera política” por lo que guiarse por informes que entrega el Gobierno no es la mejor opción para tomar decisiones.
Afirma que, de las pruebas aplicadas por el centro médico particular, un 30 % de personas han dado positivas. Ese índice es similar al del 29 % de se muestra en los informes del Ministerio de Salud Pública (MSP) para Cuenca.
“Se priorizará la salud y la vida por sobre las dificultades económicas”. Pedro Palacios, alcalde de Cuenca
Este índice, sumado a la capacidad hospitalaria hace que se pueda pensar “en un regreso a las actividades pero de forma ordenada y si prisas” afirma Tamayo, quien indica que existe el riesgo de un rebrote y para frenarlo “se deben adoptar decisiones técnicas”.
El principal temor del alcalde Pedro Palacios es que en un nuevo brote de la pandemia desborde la capacidad operativa de los hospitales.
El Alcalde requirió un informe sobre el número de camas en los hospitales cuencanos.
De acuerdo con las cifras manejadas por el Gobierno Nacional, en el hospital Vicente Corral Moscoso hay 16 camas de UCI, 6 de cuidados intensivos pediátricos y 53 para pacientes de coronavirus que no requieran de ventilación mecánica.
El hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) tiene 13 camas para pacientes con COVID-19 críticos y 17 para pacientes estables.
Entre los dos establecimientos suman 35 camas de UCI para coronavirus de las que 10 están ocupadas, y 70 camas para pacientes no críticos en las que se atiende actualmente a 14 personas.
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El alcalde Pedro Palacios señala que priorizará “la salud y la vida” por sobre las dificultades económicas
También aclaró que si no se ha pasado a amarillo es “porque hay un limitado número de personas que no acata las disposiciones” del COE cantonal.
Desde el lunes hasta ayer, esta dinámica no cambió, ya que la falta de recursos económicos empuja a los ciudadanos a salir a las calles en busca de sus sustento.
La Cámara de Industrias Producción y Empleo (CIPEM), mediante comunicado, recordó a las autoridades locales que “el sector productivo necesita retomar cuanto antes sus actividades, cuidando la salud mediante una reactivación segura, parcial y controlada”
Dicho sentir es el mismo que presentan los demás gremios de la ciudad. (JMM) (I)
Los hospitales del IESS y regional suman 35 camas de UCI para coronavirus de las que 10 están ocupadas, y 70 camas para pacientes no críticos en las que se atiende a 14 personas.
Según la CIPEM el sector productivo necesita retomar cuanto antes sus actividades, cuidando la salud mediante una reactivación segura, parcial y controlada.
