Amazonas, el estado brasileño con más población indígena, está «muy preocupado» por el avance del Covid-19 entre esa comunidad, mientras aguarda la llegada de ayuda internacional para paliar la galopante crisis sanitaria.
«La población indígena es un grupo que nos preocupa mucho por estar en una situación, entre comillas, de vulnerabilidad. Tuvimos 95 casos confirmados entre indígenas y 5 muertes hasta los últimos días», afirmó en entrevista con EFE el gobernador Wilson Lima, del Partido Social Cristiano.
El estado más extenso de Brasil, equivalente al territorio de Mongolia, está sufriendo en sus carnes el azote de la pandemia.
De entre las 20 ciudades brasileñas más golpeadas en número de muertes a cada 100.000 habitantes, hay 13 situadas en Amazonas, según cálculos publicados esta semana.
Las imágenes de su capital Manaos, desbordada en los hospitales y en los cementerios, dieron la vuelta al mundo.
La región, corazón de lo que se conoce como la Amazonía brasileña -compuesta por otros ocho estados del país-, alberga una biodiversidad única en el planeta por su fauna, flora y habitantes.
Con unos cuatro millones de habitantes -unos 185.000 de ellos indígenas-, la región suma 874 muertes y 10.727 contagios y el 90 % de sus municipios ya están afectados por la pandemia.
P. ¿Hay un registro oficial de los casos de Covid-19 menor al real?
R. Estamos siguiendo el aumento en el caso de muertes, pero estamos más atentos al número de entierros, que ha sido nuestra referencia en el control de la enfermedad. El año pasado, tuvimos un promedio de 30 entierros por día y este año tenemos 120 entierros por día. Por lo tanto, creemos que el 60% de este total está relacionado con COVID-19, porque no hemos encontrado otra explicación plausible. Puede haber casos no denunciados.
P. Un reciente estudio del Imperial College apunta a que al menos el 10 % de la población de Amazonas esté infectada. ¿Corrobora eso? ¿La población indígena está aislada?
R. Imagino que tenemos un porcentaje de infección superior al 10%. Todavía tenemos dificultad para conseguir pruebas rápidas, a pesar de los equipos que hemos recibido y del apoyo del gobierno federal. La población indígena es un grupo que nos preocupa mucho por estar en una situación, entre comillas, de vulnerabilidad. Tuvimos 95 casos confirmados entre indígenas y 5 muertes hasta los últimos días. Por supuesto, ese número debe variar. Pero este tema indígena es responsabilidad del gobierno federal, en primer lugar, al menos en atención primaria. Hemos estado trabajando con los ayuntamientos para garantizar que haya aislamiento en las aldeas, evitando que ingresen personas no indígenas. Y que solo una persona indígena por comunidad pueda ir de compras o lo que necesite hacer en la ciudad para evitar que la enfermedad llegue a las comunidades. Pero el gobierno federal tiene muchas dificultades con los pueblos indígenas porque no quieren salir solos de las aldeas y el tratamiento de Covid-19 no permite acompañantes.
P. ¿Cómo llegó el virus a las aldeas indígenas?
R. Hay una serie de factores. En Santo Antonio de Sá hay el caso de un médico que fue a ver a una comunidad indígena y estuvo en días anteriores en un lugar con una alta incidencia de coronavirus. Estaba infectado y terminó contaminando a la mayoría de las personas en la embarcación que viajaba y según fue parando en localidades para trabajar, infectó a las comunidades. Está también la cuestión de los garimpeiros (mineros clandestinos), madereros. Es muy complicado rastrear la enfermedad.
P. Sebastiao Salgado, célebre fotógrafo brasileño que trabajó mucho en la Amazonía, ha alertado que puede haber un exterminio de los indios si no se frena el avance del Covid-19.
R. No lo sé. Hay mucho desconocimiento de ese virus. Los indígenas están sufriendo como cualquier otra población del mundo, en China, España, Italia. Está sucediendo también en Nueva York e Inglaterra. Es una enfermedad que no respeta etnia o clase social.
P. Desgraciadamente, Manaus (capital de Amazonas) tuvo situaciones muy complicadas, con saturación en los hospitales, problemas en los entierros. ¿La situación está controlada?
R. Nadie estaba preparado para una pandemia como esta. En Nueva York, la capital del mundo, se estaban haciendo fosas comunes para apilar ataúdes y hacer entierros. Es lo que se repitió aquí en el estado de Amazonas. Teniendo en cuenta nuestro sistema de salud deficiente y la atención primaria muy deficiente.
P. ¿Cómo está gestionando el Gobierno de Jair Bolsonaro la crisis?
R. No voy a entrar específicamente en cómo el presidente (Bolsonaro) está gestionando la crisis. Junto con el ministerio de Sanidad, estamos tratando de encontrar un camino de consenso para que, por un lado, protejamos la salud de las personas, lo cual es fundamental, salvar vidas, pero, por otro lado, tenemos un plan para reanudar las actividades económicas, mantener o garantizar un mínimo de circulación de dinero.
P. ¿Cree que el Gobierno federal ha apoyado lo suficiente?
R. Tuvimos algo de ayuda del Gobierno federal. En total, recibimos 90 respiradores, desembarcaron 280 profesionales, incluidos médicos y enfermeras, y también recibimos alrededor de 60 millones de reales (unos 10 millones de dólares) para inversiones en esta área.
P. ¿Estiman necesaria ayuda internacional para su región?
R. Este año soy presidente del Fórum Global de los Gobernadores para el Clima y el Bosque, que reúne a 38 responsables regionales (de países como España, Colombia, Ecuador y México, entre otros) y envié una carta a la ONU pidiendo todos los esfuerzos de las empresas, instituciones, organismos y todas las personas conectadas a la ONU con los problemas ambientales para que se centren en combatir el Covid-19 en zonas donde viven personas que cuidan la selva amazónica, como los indios.
P. ¿Tuvo alguna respuesta concreta? ¿Qué es lo que ha pedido?
R. No hay nada concreto, pero me dieron señales de que lo consideran muy positivo y ya se están movilizando para prestar ayuda a Amazonas con respiradores, alcohol en gel, con profesionales de salud, alimentos. Tuvimos una ayuda muy significativa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de un excedente de contratos para la mejora de hospitales de 30 millones de reales (unos 5 millones de dólares) que vamos a usar para la renovación de la parte eléctrica de uno de los hospitales que combate el Covid-19. EFE