Un local fue clausurado de manera definitiva, en la Feria Libre de Cuenca, por almacenar y expender licor sin registro sanitario. Como resultado fueron decomisados 400 litros de licor artesanal.
El operativo de control y clausura fue ejecutado ayer, a las 10:45, en la calle Leopoldo Dávila y avenida Carlos Arízaga Vega, cercanías del mercado El Arenal, participaron uniformados de la Guardia Ciudadana, Intendencia de Policía del Azuay, Control Urbano y la Policía Nacional.
Jorge Cabrera, intendente de Policía, explicó que la vigilancia de las instituciones es constante, lo que permitió identificar un local de expendio de la bebida.
En las primeras inspecciones del negocio se localizó un mueble en el que había sido adecuado un sistema con grifos, para vender la bebida. Luego se observó a una persona que trasladaba un recipiente con al menos 40 litros de la bebida; esto llamó la atención.
Las autoridades solicitaron a la persona que administraba el lugar que abra una bodega, donde se encontró más recipientes con alrededor de 400 litros de licor. Santiago Mejía, inspector de la Guardia Ciudadana, señala que el licor estaba destinado para la venta por dosis.
El establecimiento fue clausurado por la Intendencia. En estos casos, el Acuerdo Ministerial 0069 establece que en donde se encuentre almacenado, expendiendo o consumiendo bebidas alcohólicas sin registro sanitario, el procedimiento a seguir es la clausura definitiva. La autoridad colocó los sellos de cierre.
La Feria Libre es frecuentada por personas que padecen de adicción al licor y perduran en aceras y otros espacios públicos. A lo largo de los años, varias personas han fallecido en la zona por efectos del licor. (KOQ)-(I)