En Holanda los niños vuelven al cole y los padres a la peluquería

Niños felices por el reencuentro con sus maestros de Primaria, pequeños que vuelven en un día de frío y viento a las guarderías, y peluqueros que se hacen cargo de largas melenas tras dos meses sin atender clientes. Este es el primer día de desescalada por la pandemia de coronavirus en Holanda.

Las calles han amanecido más temprano de lo habitual por primera vez desde mediados de marzo, con decenas de niños mochila en la espalda y montados en sus bicicletas, con desconcierto por la situación, pero contentos por poder volver a abrazar a sus colegas, porque no se les exige mantener la distancia de seguridad entre ellos.

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En una escuela pública de La Haya visitada por Efe, las reglas son simples: los padres dejan a los niños en la puerta del colegio, los alumnos circulan por una ruta pintada en el suelo y llegan a unas aulas llenas de botes de desinfectante. La idea es mantener la higiene, pero sin asustar a los más pequeños.

Los profesores llevan chalecos amarillos en los que se puede leer «Calcula 1,5 metros de distancia», la medida base del Gobierno de Mark Rutte dentro de su peculiar versión de «confinamiento inteligente», que deja a los ciudadanos la responsabilidad de autogestionarse frente a la pandemia, decidiendo cuándo y para qué salir de casa.

Colegios de Primaria, Educación Especial y guarderías han reabierto sus puertas hoy aplicando protocolos de seguridad que difieren de una escuela a otra, aunque en su mayoría reciben a la mitad del alumnado y a media jornada, con varios horarios de recreo para no coincidir todos en el patio.

Otras escuelas no se han atrevido a reabrir por diferencias entre el profesorado y negocian aún la logística, porque se han rebelado contra lo que consideran un «error», según ha asegurado a Efe Unai, un profesor español de 30 años, que da clases en una escuela de Primaria en Holanda.

Según explica, su colegio «ha dado opción de reincorporarse o no» a las clases y «dedicarán estos días a preparar los protocolos: los niños se dividirán en dos grupos, uno irá lunes y jueves, y otro martes y viernes, y no habrá clase los miércoles, además los niños podrán juntarse unos con otros, pero no compartir material ni acercarse a los profesores«.

También ha habido padres que han optado por no llevar a sus hijos a las escuelas por tener a algún familiar que pertenezca a un grupo de riesgo, por lo que tienen derecho justificado a seguir recibiendo orientación a través de internet.

El éxito que tengan estas escuelas determinará la reapertura el 1 de junio de los institutos de Secundaria, misma fecha en la que el Gobierno holandés espera reabrir las terrazas -con un máximo de 10 personas– y los restaurantes, museos, teatros, cines e instituciones culturales en general, con aforo máximo de 30 personas y reserva previa.

Los adultos, que seguirán teletrabajando mientras sea posible, pueden jugar a partir de hoy a deportes al aire libre, como el tenis y el golf, así como la natación en piscinas cubiertas, aunque sin acceder al vestuario o las duchas.

Este lunes también han reabierto las profesiones que requieren el contacto, desde centros de estética, ópticas, masajistas, locales de tatuajes y fisioterapeutas, hasta las peluquerías, la profesión más esperada por todo el país, que ha centrado debates parlamentarios debido a la dificultad de mantener la distancia con los clientes.

Como ha podido comprobar Efe, muchas peluquerías han decidido utilizar material de protección, aunque no sea obligatorio: los profesionales llevan un escudo facial, se desinfectan las manos con frecuencia, atienden solo con cita y entregan mascarillas quirúrgicas desechables a los clientes.

Esta estrategia de desescalada, de un confinamiento ya de por sí relajado en comparación con España, tiene el beneplácito de una mayoría de la sociedad holandesa, según una investigación social hecha por la Universidad Técnica de Delft, que ha contado con más de 30.000 encuestados.

«Los ciudadanos son conscientes de que una relajación apresurada de las medidas puede generar presión excesiva en el sistema de salud y prefieren relajar las restricciones de forma gradual. Se puede concluir que la gente es consciente de la gravedad de la situación», explica a Efe José Ignacio Hernández, uno de los investigadores universitarios.

Las cifras ofrecidas este lunes confirman una nueva reducción de casos, con 161 nuevos contagios por coronavirus (42.788 contagios en total) y 16 fallecimientos a causa de la Covid-19, con un total de 5.456 muertos. EFE

REM

REDACCION EL MERCURIO

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