Las luces y sombras de la lucha latinoamericana por erradicar la homofobia

«Terapias curativas», homofobia, crímenes de odio y burlas socialmente aceptadas. Aunque este domingo se cumplen 30 años desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó a la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales y en este tiempo se han logrado importantes avances, en América la comunidad LGBT lucha diariamente contra prejuicios y ataques.

Por eso, con motivo de este aniversario y del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia (realizado desde 2005 y que este año tiene el lema de «Rompiendo el silencio»), en gran parte del continente hay actividades para reclamar los derechos de este colectivo, dentro de las restricciones vividas por el coronavirus: desde una transmisión en vivo con celebridades en México hasta el evento ¡Hoy no podemos tomar las calles, pero tomamos las redes! en Guatemala.

PIONEROS EN LATINOAMÉRICA

Argentina fue el primer país de América Latina en reconocer el derecho al matrimonio homosexual en 2010, por lo que la comunidad lésbico, gay, bisexual y transexual (LGBT) encuentra «mucho para celebrar» 30 años después de la declaración de la OMS, según relató a Efe María Rachid, quien junto a su pareja fueron las primeras del mismo sexo en conseguir la unión civil, en 2003.

«Hemos alcanzado una igualdad jurídica que nos permite tener las herramientas necesarias para seguir trabajando por lo más importante, que es la igualdad real, la de todos los días», aunque todavía hay escoyos como «la violencia y la discriminación», agregó Rachid, titular del Instituto contra la Discriminación de la Defensoría del Pueblo.

Otro país líder en la región es México, que en 2003 aprobó la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la discriminación, que contempla proteger las preferencias sexuales, y más de la mitad de sus 32 estados tienen leyes a favor del matrimonio igualitario, entre estos la capital, mientras que una resolución de la Suprema Corte de 2016 declaró inconstitucionales las leyes estatales que lo prohíben.

Una protección institucional muy distinta a la realidad en las calles. Según datos divulgados el jueves pasado por la ONG Letra Ese, en 2019 hubo 117 asesinatos del colectivo LGBT, la cifra más elevada de los últimos cinco años, cuando en total hubo 441 homicidios.

«CURAR» LA HOMOSEXUALIDAD, PROBLEMA DE ACTUALIDAD

Uno de los temas que siguen siendo problemáticos es el de la «cura» de la homosexualidad. En EE.UU., 20 estados han prohibido la «conversión terapéutica» para los menores de edad y algunos miembros del Congreso han intentado que la prohibición sea a nivel federal, pero no se ha tenido éxito hasta ahora.

Estas leyes además no afectan a las organizaciones religiosas y grupos como la Asociación Médica Estadounidense y la Asociación Psicológica Estadounidense consideran que tratar el ser gay o transgénero como una enfermedad mental aumenta el riesgo de suicidio, abuso de drogas y depresión.

En Perú, la percepción de la homosexualidad ha tenido «a nivel de Estado y de políticas públicas, así como con intentos legales para proteger a la comunidad LGBT, importantes avances», afirmó a Efe Gabriela Zavaleta, presidenta de la organización Más Igualdad, que advierte que todavía «hay mucha homofobia, transfobia y discriminación que nace de los prejuicios»

«Está siendo casi natural que surjan estos intentos de modificar la identidad sexual, que aplica desde terapias psicológicas hasta internamientos en insituciones, pasando por temas que son directamente tortura», aseguró Zavaleta, quien achacó a la «postura conservadora que tiene el país» que «no exista ningún derecho para las parejas del mismo sexo, ni el cambio de identidad de género registral».

SIGUE LA LUCHA POR EL MATRIMONIO IGUALITARIO

En el mundo, 37 países todavía desconocen el matrimonio homosexual, entre ellos Venezuela, donde «queda mucho trabajo por hacer» y es necesario generar «acciones legales» para esta población «diferenciada», que tampoco ha logrado derechos como la adopción para familias homoparentales ni el cambio de identidad para personas trans, según Unión Afirmativa.

Quiteria Franco, directora de esa ONG, dijo a Efe que uno de los logros más destacados fue la declaración del Parlamento en 2016 del Día Nacional Contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia, avance que no pudo ser oficializado por el estatus de desacato en que se encuentra el Legislativo, según el Supremo.

Además, explica Franco, en Venezuela es necesaria una evolución del humor para que las personas LGBT dejen de ser «fuente de burla». «No es sano, no es divertido hacer chistes sobre los homosexuales (…) queremos que se nos respete nuestra integralidad como seres humanos», agregó.

PROTECCIÓN MÁS ALLÁ DE LA IDENTIDAD

En Bolivia todavía no se ha llegado a comprender que «la homosexualidad no es una enfermedad» y que la homofobia sí lo es, pues persisten el rechazo, el odio y la discriminación, dijo a Efe el presidente del Colectivo TGLB Bolivia, Rodolfo Vargas.

A esto se suman la violencia intrafamiliar, el abandono, la pobreza o el incumplimiento de normas que protegen a esta comunidad, que aunque han estado presentes siempre, quedaron más patentes a la luz de la pandemia del COVID-19, indicó.

En Colombia, «30 años después pudimos constatar que si bien la declaratoria fue un ejercicio necesario no fue suficiente porque, pese a que ese pronunciamiento fue el motivador de que los Estados miembros empezaran a construir políticas públicas para proteger a las personas LGBT, nos sigue preocupando cómo se mantiene la violencia», con ataques e incluso asesinatos, dijo a Efe el director de la corporación Caribe Afirmativo, Wilson Castañeda.

Para Castañeda, se debe «aprovechar la implementación del acuerdo de paz con las FARC, que incluye a esta comunidad como víctima del conflicto, para garantizar el derecho a la vida de colectivo. «Hemos avanzado en materia normativa pero hemos retrocedido mucho en la protección de las personas LGBT», advirtió Castañeda.

TRANSEXUALES, MÁS ESTIGMATIZADOS

En Ecuador, aunque el año pasado se aprobó el matrimonio homosexual y se ha avanzado en otros aspectos, todavía hay discriminación, especialmente hacia las personas trans. «Seguimos siendo consideradas como personas con algún tipo de patología», aseguró a Efe Diane Rodríguez, presidenta de la Federación Ecuatoriana de Organizaciones LGBT.

Gais y lesbianas «poco a poco han tenido acceso a espacios sociales, como plazas laborales» y desde 2016 se aplica la ley de identidad de género, pero 
»la violencia, el estigma y la discriminación está concentrada mucho más en nuestras poblaciones trans», con 16 asesinados en 2019, 12 de mujeres trans y 4 de hombres gais, según Rodríguez.

Por ello, indicó que este domingo es una «rememoranza» de lo que se ha logrado, pero una ‘exigencia’ todavía en relación a la identidad de género».

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