Tres de los cuatro cantones, ubicados en la cuenca del río Paute, ayer iniciaron sus actividades en “semáforo amarillo», con una cierta incertidumbre entre sus pobladores sobre lo que pueda pasar en adelante. Paute, El Pan y Sevilla de Oro son los primeros en Azuay en optar por el distanciamiento en la emergencia sanitaria por el COVID-19.
En Paute, los primeros en reanudar sus labores fueron los transportistas urbanos de la cooperativa Helio Trelles que cubren la ruta Puente Europa-Terminal Terrestre. Javier Orellana, chofer de uno de los buses, manifestó que las 13 unidades de la empresa salieron a laborar desde las 07:00, con una poca afluencia de usuarios.
Orellana comentó que están preocupados porque solo pueden llevar a diez pasajeros, y no a los 30 que tiene de capacidad el bus por cumplir lo que señala el Comité de Operaciones y Emergencias (COE) Cantonal.
En la cabecera cantonal la mayor parte de los locales comerciales abrieron sus puertas bajo estrictas medidas sanitarias y haciendo respetar el distanciamiento de por lo menos dos metros entre sus clientes.
Fredy Ortuño, dueño de una papelería, comentó que existe más fluidez de personas y menos aglomeración en los locales porque tienen más opciones para comprar, además que las ventas se las permiten hasta las 17:00.
Ortuño dijo que el Municipio exigió a los propietarios que cumplan con normas de higiene y señalética para que puedan trabajar. “Se realiza una petición a la Comisaría Municipal que luego inspecciona el local, y si cumple las normativas, le habilitan su apertura”.
Raúl Delgado, alcalde de Paute, explicó que se optó por el “semáforo amarillo” para regular el “desorden que se dio, ya que la población olvidó el aislamiento y salió con más frecuencia hacia los sectores urbanos. “Se pidió la colaboración de todos, es así como los dueños de los locales deben realizar controles de bioseguridad, las empresas de transporte tienen que comprar pruebas y practicarlas a sus trabajadores. Tienen una semana de plazo para cumplir los requisitos, caso contrario se les quitará el permiso de uso del suelo”
Delgado recordó que se efectuaron 200 pruebas el viernes pasado, se practicaron a todas las personas que realizan la recolección de desechos sólidos, la potabilización del agua, policías, militares e incluso a 100 personas del Hospital Básico de Paute. “Aspiramos seguir controlando el virus”, anotó.
MODIFICACIONES
En El Pan con una población mucho menor que Paute, se observó un leve movimiento de personas en las calles, pese a que los pocos locales que existen en el centro reabrieron con la modificación del semáforo.
Pablo Torres, propietario de un restaurante, expresó que cambia en algo el panorama, ya que podrán laborar hasta la tarde, previo al inicio del toque de queda. Expresó que en su negocio prefiere mantener el servicio a domicilio que recibir a clientes porque “los usuarios no están educados para ingresar con las debidas precauciones, así tomemos las medidas necesarias”.
En Sevilla de Oro, la situación es similar; la presencia de personas en el centro es mínima y los propietarios de los negocios tienen recelo de hablar con personas que no son del cantón como una medida de precaución.
Dayana Díaz, vecina del centro cantonal, recordó que solo las tiendas trabajaban con el “semáforo en rojo”, pero desde ayer se sumaron los escasos almacenes. Expresó que existe más tranquilidad porque el alcalde aseguró que ya no hay casos en sectores como La Unión, Caiguas y Palmas que fueron los más afectados por los contagios.
En el recorrido a estos cantones, se evidenció que en Paute existen dos arcos de sanitización a la altura de plantaciones Malima y en el puente Chicti; mientras que en El Pan y Sevilla de Oro no cuentan con estos sistemas, más bien se priorizan los controles policiales y militares. (BPR)-(I)
CIFRAS
25 casos positivos (cinco recuperados) se han registrado en Paute; en El Pan, uno (un recuperado); y, en Sevilla de Oro tres (tres recuperados), según el MSP.