NICARAGUA│
Por años, los árboles de eucalipto estuvieron a la vista de todos y eran ignorados, pero en las últimas 24 horas nadie puede vivir sin ellos en Nicaragua. En menos de un día, sus hojas se volvieron tan apetecidas como las de papel higiénico antes de la cuarentena global.
Se trata de la última «fiebre» desatada por la pandemia del COVID-19 en Nicaragua, donde según el Ministerio de Salud, hay 254 infectados y 17 muertos. Hojas de eucalipto, que hasta el pasado fin de semana no valían nada, hoy son vendidas a precios que van desde los 0,3 dólares, hasta los 1,5 dólares.
Y los nicaragüenses las compran, como si se tratara de la esperada vacuna contra el coronavirus SARS-coV-2, que causa el COVID-19, o como si se tratara de mascarillas N95 a bajo costo.
Las hojas con sus ramas son vendidas en semáforos, mercados, junto a los bulevares, y hasta se ofrecen en entregas a domicilio.
«Yo estoy usando eucalipto con mi familia por prevención. No estamos infectados», explicó un nicaragüense en sus redes sociales.
-
LEA TAMBIÉN: Los remedios caseros toman fuerza
«Yo por eso tengo mi propio árbol de eucalipto en el patio de mi casa, ¿ya vieron por qué es importante sembrar árboles? ¡Tendríamos hasta un mejor clima!», celebró otra ciudadana, que probablemente desconoce que la especie seca los suelos a su alrededor.
PROPIEDADES
Algunos de los comentarios aparecen junto con recetas virales en redes sociales, en las que las hojas de eucalipto se mezclan con jengibre, limón, ajo, u otros ingredientes de la naturaleza.
Lo que anima a los nicaragüenses a enfrentar la pandemia cargados con hojas de eucalipto probablemente son sus propiedades.
Según la Fundación Centro Nacional de la Medicina Popular Tradicional, el eucalipto es: «descongestionante, antiséptico, antibronquítico, anticatarral, antitusivo, bactericida y balsámico», características ideales frente a neumonías y gripes.
El médico y cirujano José Antonio Vásquez, miembro de un equipo de especialistas que brindan teleconsultas sobre el COVID-19 de forma gratuita, reconoce las propiedades del eucalipto, pero explica que una taza de té con ese ingrediente no hará diferencia en un paciente con el nuevo coronavirus.
«Realmente lo que hace es un efecto placebo, crees que te va a ayudar y, de repente, te sentís mejor, no es trascendente para enfrentar el COVID-19, aunque sí hay pacientes que toman eucalipto y asocian su mejora a eso», señala el médico.
La rapidez con la que los árboles de eucalipto en algunos bulevares de Managua y de otras ciudades pierden sus ramas, muestran cuánto los nicaragüenses lo asocian como arma efectiva ante el COVID-19.
VENTAS, NIÑOS Y POLICÍAS
«Estoy ganándome ahora el centavito con la rama», dijo a Efe, una mujer que vende hojas de eucalipto en un semáforo de Managua.
Otro vendedor ambulante afirmó haber ganado el equivalente a 25 dólares con las hojas de eucalipto en su primer día, una cantidad soñada para la mayoría de los habitantes del segundo país más pobre de Latinoamérica detrás de Haití.
El negocio de las hojas de eucalipto atrae hasta a los niños de los semáforos, pero también a las personas que no quieren pagar por algo que hace unos días tomaban gratis.
Eso ha provocado que la Policía Nacional realice rondas nocturnas para cuidar los árboles, algo que nunca habían hecho las autoridades, ni siquiera cuando aparecen empresas haciendo cortes prohibidos por la ley para cuidar los cables eléctricos.
https://www.youtube.com/watch?v=bcx0Kbg-m8M&feature=youtu.be
Vásquez no encuentra razón para «dejar pelones» los árboles de eucalipto. Cuando una persona asintomática lo llama, recomienda acetaminofén, si presenta síntomas de COVID-19, le da antigripal, antiinflamatorio, antibiótico, si se cansa, un poco de nebulización con solución salina, ventolin, salbutamol.
Para el especialista da igual si el paciente toma eucalipto, ya que, si bien no lo salvará ni curará de la pandemia, al menos no le traerá efectos negativos, y podría inspirarle tranquilidad.
Ahora ya sabemos que en Nicaragua hay quienes atraviesan la pandemia con hojas de papel higiénico, y otros con hojas de eucalipto. EFE