OPINIÓN|
En nuestro Artículo anterior (16.04.2020) comentábamos la serie bibliográfica editada en España: Biblioteca Descubrir la Filosofía, dirigida por MANUEL CRUZ de la Universidad de Barcelona; y cuyo lema decía: “Las ideas de los grandes filósofos explicadas con el máximo rigor académico…y de la manera más amena y accesible”.
Empero, la estadística no era favorable ni siquiera para España, tanto peor para Latinoamérica: un volumen y ninguno, respectivamente.
¿Es que no existe Pensamiento Latinoamericano y Ecuatoriano? Desde que LEOPOLDO ZEA (1912-2004) publicó en México su opúsculo: < LA FILOSOFÍA AMERICANA COMO FILOSOFÍA SIN MÁS > (1969), podemos sentar como axioma indiscutible la existencia de un tal ente histórico, con nombre y apellido propios.
Cierto es que quien busque en Lengua Castellana o portuguesa, Sistemas Filosóficos a lo Hegel o a lo Hartmann, o pensamientos abiertos a los cuatro vientos como el de Nietzsche o Foucault, saldría defraudado. EL ESTADO SÓLIDO DE LA FILOSOFÍA, no es frecuente; como sí lo son SUS ESTADOS LÍQUIDO Y GASEOSO, en los cuales lo Latinoamericano y aun LO ECUATORIANO, tienen mucho que aportar.
Diluida y gaseosa en la rica Literatura, en los Programas Políticos, en los Planes Pedagógicos, en las Visiones y Misiones de sus Empresas, en los Idearios e Ideologías de toda índole… He aquí la Filosofía Latinoamericana y Ecuatoriana, se las llame o no con las mismas palabras.
Sin desconocer SU ESTADO SÓLIDO, O LA FILOSOFÍA ACADÉMICA: desde las Universidades de la Colonia hasta las actuales; pasando por los fundadores: Korn (Argentina), Vaz Ferreira (Uruguay), Deústua (Perú), Caso (México); o por los más recientes Romero, Miró Quezada, Zea. En Ecuador cabe citar a Espejo, Montalvo, Peralta… (O)
