OPINIÓN|
En la armonía entre el espíritu y la materia; entre el cuerpo, la mente y el alma; entre lo individual y lo social, entre la sociedad y la naturaleza, allí, entre Purusha y Prakriti, allí reside la verdad… (de la antigua sabiduría védica).
Cambio, miedo e incertidumbre, los estresores que configuran el trípode de una crisis sin precedentes ni referencia y que, demanda de nosotros nuevas respuestas para convertir miedo e incertidumbre en ilusión movilizadora y el cambio, en oportunidad.
Para ello, serenar la mente, entender los temores, aceptarlos como parte de nosotros para, remontando el miedo, encontrar el motivo que nos proyecte hacia logros más grandes; pero ¿cómo?
Un primer paso, hacer respiración consciente, aprender y desarrollar nuestro modelo de atención plena que, en la era del caos, significa apagar el piloto automático que nos gobierna; y, prestar atención a todo aquello que ocurre a nuestro alrededor, desde la resiliencia cerebral construir habilidades que, desde “la percepción, la conciencia corporal, la tolerancia al dolor, la regulación de las emociones, la introspección, el pensamiento complejo, potencien nuestras habilidades para tomar decisiones” (Cogleton, Holzel y Lazar).
Desde la respiración consciente y, la atención plena, analizar cada uno de los estresores que convierten el cambio en miedo; entender que hay eventos que están más allá de mi capacidad de incidir, a todos ellos dejarlos ir; para concentrar mi atención en aquellos sobre los que puedo influenciar y, finalmente preguntarme que debería hacer para logarlo, versus a que estoy dedicando mi tiempo; así, he diseñado un plan de mejoramiento; más allá del miedo, el confinamiento y la pandemia y, le he dado un nuevo sentido al tiempo que camino, porque entre Purusha y Prakriti, la verdad reside en el equilibrio y sentido que le damos a nuestra propia existencia… (O)