Turi se alimenta de sus huertos

En la parroquia ubicada al sur se presentaron los primeros infectados del cantón

“Un huerto comunitario nos sirve para proteger a nuestra familia y a la comunidad, si existe la necesidad intercambiamos los productos que cultivamos”, manifestó Agustín Quezada, presidente del sector La Merced.

Y es que en Turi, en los más de dos meses de la emergencia sanitaria por el COVID-19, sus autoridades han articulado acciones con otras instituciones como el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y el Gobierno Provincial del Azuay para fortalecer el trabajo de las asociaciones y agricultores independientes de la parroquia, que fue una de las primeras donde se registraron casos de la enfermedad en Cuenca.

Agustín Quezada, presidente del sector La Merced, trabaja en su huerta comunitaria de la que se sirven también sus hijos por la emergencia. BPR

Quezada de 70 años de edad, quien en su predio cultiva toda clase de hortalizas y fue uno de los beneficiarios hace poco de la entrega de plántulas por la Junta Parroquial de Turi, expresó que las instituciones públicas deben ayudar “en lo que este a su alcance a los agricultores”, además las personas, en el caso de su sector que se dedican una gran parte a la construcción, “tienen que aprovechar los campos”.

Las mujeres de las asociaciones agroecológicas “Nuevo Amanecer” y “Creciendo hacia el futuro” que llevan algunos años de creación, también reciben apoyo en medio de la crisis.

Hermelinda Barros de 70 años, del sector San Isidro e integrante de la asociación “Creciendo hacia el futuro”, manifestó que las mujeres de antes “somos hechas al campo, ya que muchos hombres prefieren otras actividades”. Dijo que los productos que cultiva en su huerto comunitario también los vendía o intercambiaba en la feria del Cadecem, pero ahora no va hacia allá, por pedido de sus hijas debido al riesgo de contagiarse del virus.

Barros, quien también recibió plántulas, expresó que cultiva una variedad de productos como: zukini, brócolis, pepinillos, lechugas, cebollas, ajos, plantas medicinales para combatir el virus, además la cría de cuyes y conejos.

“Estoy de acuerdo que para reactivar la economía afectada por el COVID-19 las autoridades quieran priorizar el campo, pero se necesita dinero, abonos, plantas…Sin abonos no produce lo que se siembra más se pierde dinero”, detalló.

Necesidad

Paúl Pañi, presidente de la Junta Parroquial de Turi, dijo que son varios años, especialmente del grupo de mujeres organizadas que se dedican tanto a la agricultura como crianza de cuyes y pollos. Comentó que en esta pandemia “hemos tratado de fortalecer la producción, por lo que trabajamos mancomunadamente”.

Pañi expresó que esto es una forma de asegurar la alimentación en la crisis, es así como se han entregado 52.000 plántulas de hortalizas, de las cuales, la Prefectura colaboró con 2.000.

A lo que, Yolanda Lojano, vocal de la Junta Parroquial y responsable de la comisión de producción, agregó que desde la próxima semana, los martes y viernes desde las 08:00 hasta las 12:00, funcionará una feria provisional en Punta Corral, para que quienes tienen los huertos comunitarios, especialmente de las asociaciones de mujeres, participen garantizando la soberanía alimentaria. (BPR)-(I)

Medicina ancestral

Herlinda Barros, de la asociación de agroproductoras “Creciendo hacia el futuro”, junto a las autoridades de la Junta Parroquial, muestran parte de los productos que cultiva en su huerta comunitaria. BPR
“Los primeros días fueron duros, pero hoy en día estamos asimilando y conviviendo con los casos de COVID-19. Las personas están colaborando, y muchos han preferido la medicina ancestral para reponerse”, dijo Paúl Pañi, presidente de la Junta Parroquial de Turi.

Aseguró que 18 de los 22 casos recuperados en Turi, se curaron con los medicamentos naturales con plantas medicinales que se cultivan en la parroquia incluso existe una persona que de forma desinteresada se dedica a realizar las “agüitas”.

Manifestó que los primeros casos se dieron en Turi Centro y luego se expandieron hacia Carmen de Guzho, Guariviña, El Cisne, Tres Marías y Playa de la Paz.

Apuntó que entre las actividades cumplidas constan desinfección, entrega de kits alimenticios, entre otras. “Fue un golpe duro para Turi que nos enseñó a ser más solidarios y unidos”. (I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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