Hotelería busca tabla de salvación

AZUAY│

Aunque hay visto bueno del COE Nacional, aún es incierto el panorama para sector hotelero.


Tomar la temperatura en la puerta, limpiarse los zapatos en una bandeja de desinfección y seguir la señalética son algunos de los pasos que deberán seguir las personas que quieran hospedarse en un hotel.

El protocolo de bioseguridad, que fue entregado el pasado 22 de mayo a los representantes del sector hotelero de la provincia del Azuay, fue elaborado por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional. En él se han establecido varios parámetros para que los hoteles vuelvan a funcionar tras dos meses y medio de paralizar sus actividades.

El Hotel Oro verde reunió a sus trabajadores para practicar los pasos a seguir para recibir a huéspedes. PSR

Aunque la medida es un paso importante, quienes administran las casas de alojamiento todavía viven en una incertidumbre porque no hay un futuro claro con respecto a la pandemia, lo que ha conllevado a tomar decisiones difíciles.

Por un lado, hay hoteles que en esta semana serán intervenidos para adecuar sus espacios, sobre todo para dar paso al distanciamiento. En otros casos, todavía hay la duda de la reapertura porque no hay claridad en cómo y cuándo el resto de sectores retornarán a sus actividades.

Los hoteles no solo dependen de si su infraestructura funciona. También dependen, principalmente, del transporte vehicular y aéreo, los cuales están suspendidos y por el momento hay un amplio debate de si se debe permitir la movilización masiva de personas.



Todas esas aristas influyen en si vale reabrir un negocio que, por lo menos en Cuenca, ya tenía problemas, y que con la pandemia solo lo ha complicado más.

La emergencia sanitaria ha obligado a sus administradores a decidir si continúan trabajando, o, en el peor de los casos, a cerrar los negocios, como lo hizo la Boutique Hotel Mansión Alcázar. En un comunicado, tras 20 años de trabajo, la empresa explicó que las “circunstancias generadas por el COVID-19” los obligó a no continuar con el hotel.

REINVENTARSE

Sin huéspedes, se han registrado despidos, y de pronto las casas de alojamiento se han quedado vacías. De acuerdo con la Asociación Hotelera del Azuay, el 98 % de hoteles tuvo que paralizar sus actividades.

Ahora la decisión recae en los administradores, que primero deberán adecuar los espacios e implementar la manera de cómo pagarán los servicios que se contratan para ofrecer a los huéspedes, como por ejemplo, la televisión por cable.

El 22 de mayo se entregó el protocolo que deben seguir las empresas hoteleras par volver a funcionar. PSR

“Un hotel debe contar con todos los servicios y cuando abramos nos va a tocar reducir o llegar a acuerdos porque solo vamos a poder funcionar con el 30 % de nuestra capacidad”, dijo Juan Pablo Vanegas, presidente de la Asociación Hotelera del Azuay.



Aun así, para los administradores se avecina una era de reinventarse que tendrá su costo. Y por lo pronto, el Hotel Oro Verde lo ha asumido para empezar a trabajar desde hoy.

PROTOCOLOS 

Ana María Delgado, gerente del Hotel Oro Verde, tuvo ayer una reunión con los trabajadores de la empresa, con quienes practicaron los pasos a seguir para recibir a huéspedes.

El hotel ha colocado la señalética para mantener el distanciamiento y ha acomodado los espacios para que se respeten las medidas dadas por el COE Nacional.

“Si bien es cierto que a todos nos ha golpeado la pandemia, es momento para buscar las maneras de reinventarnos. Usar la tecnología para evitar los contactos y mantener el distanciamiento es una de la opciones que manejamos para volver a recibir a nuestros huéspedes”, dijo Ana María Delgado. (AWM)-(I)

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