Si por cada decisión tomada se produjera una divergencia temporal, en al menos uno de esos infinitos futuros alternativos Enrique Bunbury no habría sido músico. «Podría haberme dedicado al stand up comedy», responde a Efe ante un disco que fantasea precisamente sobre nuestros «yoes» latentes.
El fruto de sus reflexiones, en realidad mucho más profundo, se llama «Posible» (Warner Music) y se publica este viernes, 29 de mayo, como un trabajo mucho más «introspectivo» que el previo «Expectativas» (2017), en el que puso el foco más «hacia fuera, en lo social».
En sus propias palabras, «habla de las posibles versiones de uno mismo que dejamos pasar y las infinitas versiones de uno mismo que nos esperan en el futuro».
«No sé si le pasa a todo el mundo, pero muchas veces pienso en esos momentos en los que, si hubiera tomado un pequeño giro en otra dirección, todo se hubiera precipitado y podría ser otra persona totalmente diferente. Poder dedicarte a otra cosa es una fantasía que supongo se nos pasa a todos por la cabeza. Podría haberme dedicado al stand up comedy, por ejemplo», explica.
Como Bunbury (Zaragoza, 1967) acostumbra a responder desde hace años a sus entrevistas por escrito, resulta difícil detectar si todo lo dice con la misma sorna que parece rodear su apostilla: «Incluso tengo la posibilidad de ir a mucho peor y caer en vicios y costumbres deplorables para lo que me queda de vida».
En realidad, el músico aragonés hace tiempo que vive retirado en su residencia californiana del mundanal ruido y de sus tentaciones, por lo que, como él mismo cuenta, no ha notado mucho los efectos del semiconfinamiento recomendado en EE.UU.
«Mi vida cotidiana se parecía mucho a la que llevo estos días. No salgo habitualmente de casa. Casi todo lo que me gusta lo tengo aquí. Escribo, toco la guitarra o el piano, leo, veo alguna película, pinto…», relata.
En estas semanas, le ha dado tiempo «a seguir escribiendo y preparar más material para lanzamientos futuros», pero no ha querido retocar nada de «Posible», cuya salida se retrasó ligeramente por la pandemia de la COVID-19. «Soy muy consciente de que un disco es un fotograma temporal de tu momento artístico», dice.
A ese respecto, afirma rotundo que «tenía el material y la dirección muy claras desde antes de entrar a grabar» en junio y añade que fue «un proceso de trabajo muy costoso».
A nivel sonoro, lo primero que llama la atención nada más arrancar el primer corte, «Cualquiera en su sano juicio (se habría vuelto loco por ti)», son las texturas electrónicas que arropan las nuevas canciones.
Él puntualiza: «No considero este como un disco de música electrónica en absoluto». Eso sí, aunque con «mucha menos programación de lo que parece, tiene «más sintetizadores» que sus discos anteriores y «mucho trabajo de diseño de sonidos y de postproducción».
Respecto a las letras, en la nota de prensa del lanzamiento señala su amigo Iván Ferreiro que reflejan «la sociedad actual, el amor y la relación de los seres humanos con el planeta, con el universo y con los misterios de la vida», además de toparse con «realidades paralelas e Instagram, con Nick Cave y David Lynch».
«Soy muy fan de Lynch, como artista, pintor, cineasta… Su visión del arte y de la vida me parece que sí ha influido en mí, en general», reconoce Bunbury, quien ha dejado aflorar especialmente esa impronta en los videoclips de citado «Cualquiera en su sano juicio» o de «Deseos de usar y tirar», protagonizado de hecho por la actriz de «Twin Peaks» Sherilyn Fenn.
Desgraciadamente, «por ahora no habrá presentaciones en vivo» de «Posible», ni a este lado del Atlántico ni al otro. «Hemos movido todas las fechas al 2021 y ya esperamos volver en condiciones normales», concluye.
Será en México y el 18 de febrero cuando el artista inicie su gira. Pasará entonces por Puebla (Auditorio GNP) y después por Xalaca (Velódromo, 20 de febrero) y Toluca (Teatro Morelos, 24 de febrero).
A continuación, el 27 de febrero, actuará en el Centro Eventos Pedregal de San José (Costa Rica); ya en Colombia, será el turno de Medellín (Parque Norte, 2 de marzo), Bogotá (Movistar Arena, 4 de marzo) y Pasto (Cancha Colegio INEM, 6 de marzo).
Quito aguarda el 11 de marzo (Ágora Casa de Cultura) y, sin salir de Ecuador, también Cuenca (Coliseo Jefferson Pérez, 13 de marzo). En Perú visitará Lima (Domos Art, 18 de marzo) y Arequipa (Palacio Metropolitano, 20 de marzo). Finalmente, estará en Buenos Aires el 25 de marzo (Arena Buenos Aires). EFE