OPINIÓN│
De la Política como arte, ciencia, oficio y tarea de servicio a la sociedad, siendo el gobierno y la organización de las sociedades humanas, muy particularmente de los estados. Tantos son los hechos que desdicen de esta gestión con individuos, familias, clubes, grupos delincuenciales organizados y estafadores profesionales, que la gente pierde la fe y cuando se conversa del tema hay quienes prefieren distanciarse, otros toman la decisión de no escuchar noticias, se ha producido repudio y dicen estar en paz desde que pusieron una cortina que les impide ver el gris panorama. Pero sabemos que no es solución, los conflictos han crecido y la desesperanza que hoy está acompañada de más hambre, desempleo y tiene olor a tragedia, y sabemos que aún en época de dolor hay buitres que hacen fortuna con el destino de hospitales. Pues estemos atentos del obrar de los organismos de control y de la Justicia que debería poner punto final y de manera ejemplarizadora para que amigos de lo ajeno se desencanten de este protervo accionar con lo público. El País no puede desarrollarse sí continua nutriéndose esta pandemia de inmorales y ladronzuelos del futuro de los ecuatorianos, y claro los más golpeados son los más pobres, las grandes masas de informales, de desempleados, de ajenos al progreso y mejora en el nivel de vida, porque hay un gigante número de olvidados eternos en los cinturones de miseria de las urbes, fruto del desequilibrio en el océano de inequidades, porque hay quienes se creen eternos y no les queda un ápice de humildad que les permita saborear la finitud o lo efímero de los humanos.
Es que los neo políticos tienen que vacunarse contra aquellos defectos que contaminan la praxis de esta gestión (sí ya existe vacuna), cuya norte debe ser hecho de ética, moral y bien proceder.
