Tiempos de corrupción

Luis Muñoz Muñoz

OPINIÓN|

Qué diferencia, como cambia el tiempo y las personas, antiguamente, la honradez y el servicio a los demás era la carta de presentación de funcionarios y gobernantes, comparados con los actuales, salvo honrosas excepciones, cada día nos escandalizamos con los actos de corrupción protagonizados por funcionarios y empleados de todo nivel. Los allanamientos frecuentes a Hospitales, Municipios, Instituciones Públicas, oficinas y locales privados es el día a día, la fiscalía ha recogido evidencias y elementos de convicción para luego procesar a los sospechosos. Estamos absortos  al conocer la forma  como los presuntos delincuentes hacen de las suyas. Las fiscalías quedan cortas ante las supercherías, de los granujas, enquistados en las Instituciones públicas, en las esferas gubernamentales y en los mandos medios. Se han aprovechado de los fondos públicos, dejando a las Instituciones en bancarrota, con  astucia inusitada, han enmarañado cada asunto en la más asquerosa corrupción. Antes, la sociedad estaba llena de valores que en la actualidad no existen, sean estos éticos, cívicos y morales, hoy en día ser ladrón, corrupto, sinvergüenza, es sinónimo de apto para ejercitar cualquier derecho, no de otra forma se explica cómo funcionarios procesados y sentenciados, desempeñan cargos en el Estado. Es hora de destituir a todos los funcionarios del Correato y limpiar la carroña que existe en los puestos claves del Gobierno. Dicen que se sancionará a los corruptos, pero en la práctica es un lirismo, porque la justicia camina con pies de plomo, hasta la fecha, no hemos recaudado un dólar de los millones de dólares que se llevaron en los diez años de la década “ganada”, en donde imperó el robo institucionalizado.  (O)