Pese a las dificultades que tiene para entrenar y que su agenda de competencias se vio afectada por la pandemia del Covid-19, Belén García no deja de soñar.
La nadadora cuencana tiene claro su objetivo: clasificar a los Juegos Paralímpicos de Tokio, cita que inicialmente estuvo prevista para este año, pero fue postergada para el 2021, debido a dicho virus.
“Continúo entrenando en casa. Llevo más de 70 días confinada. La semana anterior recién pude salir a la hacienda de mi papá, en donde troté al aire libre”, dijo.
Belén, quien tiene una luxación congénita de cadera y limitación en su pierna izquierda, ahora se alista para retomar sus rutinas en gimnasio, y en piscina a finales de mes. “Siento la necesidad de tener contacto nuevamente con el agua, ya son muchos días que no entreno en piscina”.
Para cumplir su sueño olímpico, la integrante del club Hermanos Enderica debe imponer la marca de 1 minuto, 28 segundos, en su especialidad: los 100 metros pecho, categoría SB9. “Estuve a seis segundos de lograrlo, ahora me costará recuperar la forma deportiva, pero nada es imposible”.
Esperaba registrar dicho tiempo en las series mundiales de Sao Paulo e Indianápolis en abril pasado, eventos que se replanificarían para el 2021.
Espera la investidura
Belén aprovecha cada segundo del confinamiento. A parte de entrenar en casa, estudia inglés con el fin de rendir el examen Toefl y seguir una maestría internacional, pues ya sustentó su tesis y solamente se encuentra a la espera de que le coloquen la capa y el birrete.
“Me gradué de Licenciada en Cultura Física en la Universidad Politécnica Salesiana. La investidura estaba prevista para abril, pero se suspendió por la emergencia sanitaria”, dijo Belén que paralelamente estudia un diplomado ‘on line’ de “Deporte de Alto Rendimiento” en México.
A parte, la azuaya trabaja como entrenadora de paranatación en el Comité Paralímpico Ecuatoriano (CPE), desde noviembre de 2019. (JMB) (D)