Un sentido rezo cantado por miembros de la tribu indígena Chumash en memoria de los negros abatidos por la policía en los últimos años en Estados Unidos bastó este domingo para emocionar a más de 500 personas congregadas cerca de Venice Beach, una de las playas icónicas de Los Ángeles, y conjurarse «contra la opresión blanca».
El lugar elegido para conmemorar a George Floyd, Breonna Taylor, Ahmaud Arbery y otras víctimas de la brutalidad policial contra las minorías se encuentra a escasos metros del océano, el medio preferido de los Chumash, ávidos pescadores a lo largo de sus más de 15.000 años de historia.
Este clan, que ha estado en la costa y el centro de California durante siglos, pero que fue duramente castigado por la llegada de los europeos a territorio americano, es una de las 570 tribus nativas americanas reconocidas a nivel federal que residen dentro del país.
DEFENDER A LAS MINORÍAS
Antes de empezar con los rezos, la voz cantante de los seis miembros de la tribu, Kenneth, pidió a los asistentes defender sus causas «contra la opresión blanca» que ha tratado de dominar el país desde la llegada de los europeos a finales del siglo XV.
«Tenemos que estar todos unidos –indígenas, asiáticos, negros, latinos y aliados blancos- contra la opresión blanca. Ahora es momento de darnos la mano y seguir luchando por nuestras comunidades», dijo con un tono de voz potente uno de los líderes de esta tribu, que cuenta ahora con unos 5.000 miembros.
Ataviados con elementos e instrumentos típicos de su tribu, Kenneth y sus familiares cantaron uno de sus rezos preferidos para celebrar la vida y la muerte de las personas de raza negra asesinadas a manos de agentes de policía.
Acto seguido, uno de los organizadores del encuentro en la fachada de la Primera Iglesia Baptista de Venice ordenó diez minutos de silencio, que fueron interrumpidos únicamente por algunos sollozos entre los asistentes.
LOS CHICANOS TAMBIÉN SALEN A LA CALLE
Unos 32 kilómetros al oeste de esa concentración, decenas de chicanos se encontraron en la Plaza Mariachi de Boyle Heights, un barrio de mayoría latina, para demostrar su apoyo a la comunidad negra del país.
Y la forma de expresar su cariño fue con una reunión de «lowriders», una forma de manifestación de la cultura chicana (mexicana-estadounidense), en la cual se modifican automóviles clásicos como una forma de vivir y manifestarse ante la sociedad.
Esta tendencia presente en EE.UU. desde el final de la Segunda Guerra Mundial era y es una forma de rebelión de las minorías raciales del país contra lo establecido por el dominio blanco.
Con pancartas como «Latinos con negros» y «Luchar contra el poder», decenas de automóviles celebraron en esa plaza un «cruising», que es una actividad social en la que un conjunto de vehículos conduce lentamente para reivindicar derechos fundamentales.
LA PROTESTA OFICIAL, LIDERADA POR NEGROS
La actividad también estuvo concentrada este domingo en el barrio de Hollywood con la protesta oficial del movimiento Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan), organizada por los líderes de este grupo en la ciudad de las estrellas.
Gran parte de las mil personas que acudieron a la manifestación portaron velas y flores «para honrar a aquellos asesinados por la policía» por su color de piel.
En sus cánticos también pidieron cortar los fondos públicos del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, en sus siglas en inglés) porque es un cuerpo del orden que produce «un estado de terror» a la comunidad negra, de acuerdo a una de sus líderes.
Así, casi dos semanas después de la muerte por asfixia de George Floyd en Mineápolis (Minesota, EE.UU.), las minorías raciales del país continuaron este domingo saliendo a la calle con un denominador común: pedir igualdad entre negros, indígenas, latinos, asiáticos y blancos. EFE