Estados Unidos alcanzó este martes la cifra de 1.973.803 casos confirmados de COVID-19 y la de 111.751 fallecidos, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Este balance a las 20.00 hora local (00.00 GMT del miércoles) es de 17.304 contagios más que el lunes y de 819 nuevas muertes.
Al menos 518.522 personas han superado la enfermedad a fecha de este martes.
El estado de Nueva York se mantiene como el gran epicentro de la pandemia en Estados Unidos con 379.482 casos confirmados y 30.458 fallecidos, una cifra solo por debajo del Reino Unido, Brasil e Italia.
Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 21.918 personas.
A Nueva York le siguen la vecina Nueva Jersey con 164.796 casos confirmados y 12.303 fallecidos, Massachusetts con 103.891 contagios y 7.353 decesos e Illinois, que ha reportado 129.216 positivos por coronavirus y 6.018 muertos.
Otros estados con un gran número de fallecidos son Pensilvania con 6.014, Michigan con 5.912, California con 4.681 o Connecticut, con 4.097.
El foco de la pandemia se ha desplazado ahora a California, que en las últimas 24 horas ha sumado 3.320 nuevos contagios, más que ningún otro estado, y que suma ya 134.804 casos.
El balance provisional de fallecidos -111.751- ha superado ya la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y los 60.000 fallecidos, aunque en sus últimos cálculos auguró ya hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para inicios de agosto habrá dejado más de 145.000 muertes en Estados Unidos. EFE