El pediatra japonés Tomisaku Kawasaki, que descubrió un síndrome respiratorio poco común en niños que fue bautizado en su honor, murió en un hospital de Tokio a los 95 años, informó este miércoles el centro de investigación que lleva su nombre.
La enfermedad de Kawasaki es una inflamación generalizada de las arterias que se produce en menores de cinco años y que volvió a estar de actualidad semanas atrás ante las sospechas de un posible vínculo de la enfermedad con la COVID-19.
El doctor falleció la tarde del viernes, anunció el Centro de Investigación de Japón para la Enfermedad de Kawasaki.
La patología rara tiene una incidencia de 90 casos en Japón y 30 o 40 casos en Europa por cada 100.000 niños, lo que la convierte en una de las principales causas de enfermedad cardíaca adquirida en menores de los países desarrollados.
Algunos de los síntomas de esta patología son fiebre durante más de cinco días, sarpullidos, ojos enrojecidos, inflamación de labios, garganta y lengua; mientras que el tratamiento inicial consiste en aspirina e inmunoglobina a dosis altas.
Las causas de esta enfermedad todavía no han sido determinadas y no hay evidencia clara de que esté ligada a un virus o bacteria, según la agencia japonesa de noticias Kyodo.
Tomisaku Kawasaki entró en contacto por primera vez con esa enfermedad, por entonces desconocida, en 1961 y fue testigo de varios casos similares durante los años siguientes.
En 1967 escribió un artículo en la revista de observaciones clínicas sobre alergias «Arerugi» con sus descubrimientos que provocó que la enfermedad fuera bautizada en su honor.
Este pediatra, que había comenzado a trabajar en 1950 en lo que luego sería el Centro Médico de la Cruz Roja Japonesa, se retiró en 1990 de esta institución y se convirtió en el dirigente de otra organización que posteriormente sería renombrada como Centro de Investigación de Japón de la Enfermedad de Kawasaki.
Su labor fue galardonada por la Academia Japonesa, la Sociedad Pediátrica de Japón y el gobierno metropolitano de Tokio. EFE