Están robando avionetas

José Chalco Salgado josechalcoosalgado@gmail.com

OPINIÓN|

Allá afuera. Tendrá cuidado. Verá bien en donde la deja parqueada a la suya. Están robando avionetas por todo lado, en cada esquina y barrio del país. Ojo, que quede claro: están robando unos avivados, unos rapidísimos, unos astutos, unos hechos avionetas, unos audaces y unos sucios.

El Ecuador parece haber perdido, desde hace mucho, su norte. Hemos sido víctimas en los últimos años de una clase política mediocre y revanchista. De hecho, preocupa que se sigan multiplicando -en algunos casos- con los mismos manjares del abuso, el discurso fácil, los términos de moda, la mañosería y la ambición.

La corrupción se ha apoderado de todos los rincones del país, y como si fuera poco, con audacia y nula vergüenza nos endosan la responsabilidad a la propia población cuando repiten los ladrones -cual víctimas finales- que no sabían, que la culpa no era mía, o que les han robado -a estos avionetas- sus avionetas.

El Ecuador está integrado hoy, por el faltante, los contratos, los vínculos grises, las relaciones, los testaferros, las cuentas, los departamentos, las casas, los vehículos, los hospitales, los helicópteros, las consultorías, los uniformes, las mochilas, la deuda pública y todo lo demás, hasta las mascarillas de la corrupción.

Genera repudio y rechazo. La descomposición del qué hacer político y social se ha apoderado de toda la gestión pública. El compromiso por cuidar los sagrados bienes públicos y la edificación de una imagen nacional que permita la credibilidad y respeto del país, ha quedado en la borda para después. Lejos quedó el cuidado en el manejo responsable y ético de los fondos, documentos y activos de la sociedad. Ahora, estas avionetas, priorizan su empeño en mostrar con cámaras, colores y publicidad lo que no existe: seriedad e integridad.

El esfuerzo se cambió por el avivado. La formación se remplazó por la popularidad. La seriedad por la ligereza. Y la ignorancia por la audacia. Todas las mesas sirven para los encuentros y negocios, es una especie de práctica aprendida para el manejo de lo público.  Las apariencias que importan son las del dinero y poder, dejando a un lado las de fondo: dignidad, honestidad y probo actuar. Avionetas y más avionetas robando a los ecuatorianos. (O)