A pesar de que el aeropuerto Mariscal La Mar, de Cuenca, ayer reinició los vuelos comerciales luego de tres meses de estar suspendidos, la atención en la mayoría de sus 31 locales internos continuó paralizada.
De estos hay siete desocupados, seis de publicidad vigente, seis de sala VIP rentados a la banca y tres con contratos de transferencia. Esto da un total del 77% de ocupación.
Los contratos de arriendo fueron suspendidos por la pandemia de la Covid-19, por lo que por ahora no representan un ingreso para la Corporación Aeroportuaria de Cuenca (CORPAC), que administra esta terminal aérea.
Había restaurantes, cafeterías y otros negocios de joyería; bazar y artesanías; sobreros de paja; toquilla; market; souveniers; market e información turística. Algunos de sus mostradores incluso están cubiertos con telas oscuras.
Por otra parte la CORPAC tiene pendiente de cobrar una deuda de 190.073,42 dólares a las tres aerolíneas que operaban, hasta antes de la emergencia sanitaria, en este aeropuerto.
Por ejemplo, Latam Airlines, que es la única que seguirá en operación, le debe 13.321,88 por tasas aeroportuarias; y 14.549,45 por concensión mercantil y servicios auxiliares de transporte aéreo. El total: 27.871,33.
Igualmente la Empresa Pública Línea Aérea del Ecuador (TAME EP), que está en liquidación, le adeuda 26.564,69 por el primero de estos rubros y 20.179,46 por el segundo, lo que suma 46.744,15.
Y la que más le debe es Aeroregional: 41.262,76 y 74.195,18 dólares, respectivamente, lo que da 115.457,94. La CORPAC ha hecho un requerimiento de pago extra-judicial para cobrarle, pero esto no ha tenido resultado.
Tabata Espinoza, que estuvo entre los 98 pasajeros que llegó en el vuelo de Quito y con el que se reactivó el servicio comercial, indicó que en el abordaje y viaje se cumplieron todas las medidas de bioseguridad.
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El avión retornó a Quito con 96 personas, de las que todas tuvieron que pasar un control de temperatura, y asimismo seguir un protocolo de bioseguridad para prevenir contagios del virus.
Juan Pablo Vega, director de la CORPAC, explicó que entre las principales medidas de bioseguridad están la reducción del aforo, colocación de dispensadores de desinfectante e instalación de protecciones en los counters.
Rafael Medina, promotor turístico, pidió a la CORPAC y al Gobierno Nacional que evite una monopolización del servicio de transporte aéreo y que convoquen a nuevas aerolíneas. (CSM)-(I)
