Velaciones con un límite máximo de 15 personas en espacios al aire libre y 10 personas en espacios cerrados, celebraciones religiosas con un aforo máximo del 30 % y estrictas medidas de bioseguridad forman parte de la propuesta de las funerarias para retomar actividades tradicionales.
El protocolo fue presentado esta semana al Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, quien a su vez es el encargado de remitir los documentos al COE nacional para su aprobación, un trámite que está en espera.
El documento presentado por Julio Cabrera, representante de las funerarias y gerente de Memopaz, especifica que este tipo de actividades se enmarcan en la fase 1 de desconfinamiento, en la que se basan las medidas aplicadas para el semáforo amarillo.
-
LEA TAMBIÉN: ¿Qué implica el cambio a amarillo en Cuenca?
Esto incluye el uso de trajes de protección personal para los trabajadores de la funeraria, toma de la temperatura, desinfección de calzado, uso de mascarilla, alcohol y gel antiséptico para las manos.
Las funerarias también se reservan el derecho a no admitir el paso de personas con síntomas respiratorios y de quienes hayan tenido contacto directo con el fallecido si este murió por sospecha o confirmación de coronavirus.
También se establecen normas para el distanciamiento social, una permanencia máxima de 40 minutos en las salas, la prohibición de muestras de afecto como abrazos o estrechar manos y la desinfección de espacios.
Este tipo de medidas ya se toman en funerarias como Memopaz, o San Marcos, cuya gerente Alexandra Figueroa asegura que estos centros esperan poder retomar sus actividades tradicionales, cuidando la salud de sus clientes y colaboradores. (JMM) (I)
