La Feria Libre, en El Arenal, volverá a atender mañana luego de estar casi tres meses suspendida debido a la emergencia sanitaria por el coronavirus o conocido como Covid-19.
Sin embargo, desde ahora y como una medida de prevención, atenderán solo la mitad de los comerciantes que habitualmente ocupaban, cada miércoles, este lugar, es decir unos 850.
Así lo confirmó Iván Pulgarín, presidente del Recinto Ferial El Arenal y de la Asociación de Comerciantes del Norte. A este lugar llegan comerciantes de varias provincias del país.
Pulgarín señaló que todos los vendedores deberán presentar una prueba de Covid-19 con el resultado negativo para que se les permita el ingreso. De no hacerlo no podrán entrar.
En este sitio se vende ropa, calzado y afines, pero, además: juguetes, adornos, tejidos, confitería y artesanías. Asimismo, comida preparada como por ejemplo hornado.
El dirigente manifestó que en el caso de los alimentos solo podrán ser vendidos para llevar, pues no se permitirá el consumo de los mismos dentro de este espacio.
En los ingresos habrá personal de seguridad que se encargará de fumigar los carros que acceden con la carga y tomar la temperatura a los clientes, quienes tendrán que pasar por un túnel de desinfección.
“Nos vamos a ir alternando para trabajar, la mitad de los comerciantes laborará una semana y la siguiente semana le tocará a la otra mitad, porque así nos hemos organizado…”, indicó.
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Entre cada puesto habrá una distancia en promedio de cinco metros (m) y todos están obligados a usar mascarilla. La Guardia Ciudadana de Cuenca (GCC) se encargará de controlar esto.
Pulgarín advirtió que no permitirán el ingreso de vendedores informales, dado que las ventas serán exclusivamente en los puestos que están señalizados para este fin.
Para Adriana Fajardo, médico y asesora en protocolos de bioseguridad, la exigencia de presentar un test de Covid-19 es una medida adecuada, pero no suficiente.
“Es necesario que se extremen las medidas como lavado de manos, toma de temperatura, chequeos aleatorios, entrega de desinfectantes y en algunos casos incluso el uso de guantes…”, precisó.
A criterio de Fajardo, el riesgo de contagio será alto en este sitio así se garantice la distancia social (dos metros), pues es un área donde se agruparán cerca de 1.000 personas.
“No hay que perder de vista que la responsabilidad a estas alturas ya no es de las autoridades sino de la población, debemos aprender a adaptarnos a esta nueva normalidad…”, recomendó.
A decir de Fajardo el sistema hospitalario de Cuenca y de la provincia de Azuay no se abastecerá en caso de un repunte de esta enfermedad, por lo que es necesario tomar todas las previsiones. (CSM)-(I)
OPINIÓN PROFESIONAL
Según Marco Proaño, médico en virología, todo espacio de concentración de personas significa un peligro de contagio de coronavirus o Covid-19, pero se puede reducir el riesgo.
“Si desde la parte médica usted me pregunta si es adecuado o no autorizar un sitio de aglomeración yo le diría no, pero no podemos encerrarnos y no adaptarnos a una nueva realidad que deja esta pandemia…”, dijo.
Para Proaño debe ser un requisito obligatorio que todas las personas que ingresen a un lugar de confluencia masiva pasen por una prueba de temperatura, y reciban gel desinfectante y alcohol antiséptico.
Descartó la efectividad de usar aguantes, dado que esto no ofrece una protección. Recomendó lavarse las manos y evitar tocarse la boca, los ojos y la nariz.
