En Cuenca, la madre de un infante había encontrado en la computadora ꟷque él utilizaba para sus clases en líneaꟷ fotografías de sus genitales. Aún este caso, que fue denunciado al Consejo Cantonal de Protección de Derechos en Cuenca, está en indagación, no obstante, se presume que esté relacionado con pornografía infantil.
Esa situación no es la única que conoce el consejo. En esta era pandémica, que ha obligado a la confinación de los niños y un cambio radical en su modo de vivir, se han receptado otras denuncias relacionadas con la violencia de acoso y escolar.
Para el secretario ejecutivo del Consejo Cantonal de Protección de Derechos de Cuenca, Fabián León, si antes había diferentes tipos de trata y violencia, hoy en día están todavía más presentes, sobre todo si están relacionados con la tecnología, porque las redes de tratas de personas tienen más opciones ante el uso constante del internet.
Solo en el ámbito educativo, según datos del Ministerio de Educación, hay 1,2 millones de usuarios activos en su plataforma habilitada para que los estudiantes de primaria y secundaria puedan acceder a recursos para continuar con sus estudios, y desde el 16 de marzo, día que se declaró la emergencia sanitaria en Ecuador, hasta a mediados de junio, se registraron 14,66 millones de visitas.
El número de personas, que está conformado por una buena parte de niños y adolescentes que están estudiando desde sus casas, y el número de horas que están frente a una pantalla ha aumentado.
A pesar de que la Academia Americana de Pediatría (AAP) ha recomendado que los niños mayores de seis años no estén más de dos horas, ya sea frente a una computador o televisión, en estos tiempos es casi imposible, y por esa misma razón, las redes de tratas de personas o sujetos que maquinan por su cuenta se han aprovechado de la situación.
Plataformas digitales
Con la pandemia la gente descubrió el Zoom y se crearon millares de grupos de Whatsapp. Y solo en estas dos redes, los niños también han sido involucrados. Sin eso, no tienen contacto con sus docentes. Y aunque ha facilitado de una u otra manera la enseñanza, las plataformas se han convertido en un arma que apunta directamente a los infantes.
“La seguridad de los niños en línea comienza en casa. Los papás tienen que poner sus niveles de seguridad. Hay hartísimos niños que están usando las plataformas educativas, y hay que poner controles porque los padres no puedan estar atentos todo el día”, dijo Fabián Íñiguez, quien es miembro de la Asociación Ecuatoriana de Cyberseguridad.
Para Íñiguez es necesario usar los controles parentales. Y para ello hay aplicaciones gratuitas, como Kids Plays, que bloquea algunos programas para celulares. También están los antivirus, y a pesar de que tienen su costo, son necesarios para bloquear páginas pornográficas y limitar el acceso de los niños a espacios no aptos.
La violencia, la otra pandemia
Según los registros del ECU 911, en Ecuador, desde el 16 de marzo hasta el 20 de junio, la institución recibió 27 942 llamadas por violencia intrafamiliar. Solo en Cuenca se receptaron 719 en la misma fecha.
Ante esa realidad, algunas organizaciones se activaron para velar por una situación de convivencia pacífica en los hogares y ayudar a los niños que estén sufriendo algún tipo de maltrato.
Por ejemplo, el Ministerio de Educación, a través de las coordinaciones del Departamento de Consejería Estudiantil (DECE), estableció algunos parámetros para que se brinde ayuda a los menores de edad.
En la Zona 6, que comprende Azuay, Morona Santiago y Cañar, hay 14 profesionales de la psicología que pertenecen a una brigada que da soporte a través de Facebook. En un principio receptan la necesidad de quienes les escriben y le dan el seguimiento al caso.
Según Karina Vergara, quien dirige al personal de las DECE distritales de la Zona 6, se han recibido denuncias de violencia contra niños.
“Nos han escrito muchas personas. Pero se ha vuelto difícil, porque al momento de solicitarle los datos, la situación se ve truncada. Nosotros necesitamos información para seguir el caso, porque coordinamos con el ECU911”, dijo Vergara.
Los niños no solo se están enfrentando al nuevo coronavirus, sino también a la violencia física, emocional, sexual, a la red de trata de personas que quieren aprovecharse de su inocencia y al confinamiento que, para ellos, parece que no terminará pronto. (I)