Cuéntame un poco del cuento que ganó el concurso del Centro PEN
El cuento se llama A las sombras de los muchachos en flor. Y es una referencia directa al escritor del siglo XX Marcel Proust. El cuento es intertextual. Habla un poco del autor, entre historia y ficción. Y lo escribí en este tiempo de cuarentena. El cuento es parte de un libro que tiene más cuentos. Y bueno, el cuento se queda fuera porque se queda en Cuenca.
¿Cómo ha estado tu situación en esta pandemia?
Creo que ha sido una situación complicada para todos. Hay diferentes circunstancias económicas porque cada uno tiene su manera de buscarse la vida. En mi caso no fue la excepción. Hemos pasado por carencia económica y hemos intentado no hundirnos en toda esta vorágine que afecta a lo moral. Y ahora con estos casos de corrupción. Vemos cómo se han feriado los hospitales.
¿Se te ha hecho fácil escribir en este encierro?
Sabes que en mi caso como autor y escritor no le vi una dificultad, porque para escribir necesitas soledad, necesitas el encierro. Entonces no me afectó. Mi cuento tiene que ver con otro encierro. Marcel Proust vivió en un confinamiento voluntario en los últimos años de su vida por una salud frágil. Y ese autoconfinamiento, considero, vivimos algunos escritores para poder crear la obra que soñamos o que por lo menos intentamos hacer.
¿Qué ves después de la pandemia?
Quisiera tener mucha esperanza en la humanidad, pero creo que la misma historia nos ha hecho ver las cosas con la realidad y el peso contundente que es el género humano. Yo no tengo mucha esperanza que el sistema cambie. Va a haber casos en que la gente tome un poco más de conciencia para cuidarse, pero yo he visto dos cosas. El capitalismo es el que manda, es inevitable. También he visto que somos una manada, en la cual no hay el individualismo. Me encantaría que la gente tenga esa visión, de que quieran cuidarse todos, y que todos quieran meter el hombro para que la gente entienda que la solidaridad es tan necesaria. (I)