Escalada de la COVID-19 ataca a los pobres y frena reactivación en Centroamérica

Con la COVID-19 pegando duro en los barrios populares, Centroamérica vivió su segunda semana consecutiva de récords de casos y muertes por el nuevo coronavirus, que está obligando a frenar la reactivación económica en la región.

Con restricciones a la movilidad y cierres económicos de diversa intensidad, seis países centroamericanos sumaron esta semana más 13.100 casos y 281 fallecidos, para acumular 59.885 contagios y 1.564 muertes, con alertas de sobrecarga de unos sistemas sanitarios que siempre han enfrentado problemas.

En Centroamérica viven unos 50 millones de personas, la gran mayoría pobre, dependiente de la economía informal o de las remesas de dinero de familiares en el exterior, que ya comienzan a mermar.



Familias de Guatemala y El Salvador sacan pañuelos blancos en sus casas para pedir comida, mientras que en Panamá y Honduras se han registrado protestas pacíficas para exigir alimentos o reclamar que las ayudas estatales no llegan.

MÁS CIFRAS RÉCORDS

Panamá, con poco más de 4 millones de habitantes, alcanzó los 26.030 casos confirmados, el mayor número de la región, y 501 muertes. Marcó récords de más 900 nuevos contagios diarios esta semana, lo que se explica en parte por el hecho de que sus autoridades están aumentando las pruebas de detección en los focos de COVID-19.

«El coronavirus se introdujo con fuerza en los barrios pobres y hacinados, donde está la gente que más incumple con las medidas de protección debido a hambre, informalidad laboral, menor escolaridad, falta de mascarillas/geles, problemas con el agua, viviendas pequeñas donde viven muchas personas», agregó Xavier Saenz-Llorens, asesor del Ministerio de Salud para el combate a la enfermedad.

Guatemala, con 16,3 millones de habitantes, siguió esta semana marcando récords de muertes diarias con 34 el viernes y 31 el sábado, para acumular 531 fallecidos, la mayor cifra de la región, y 13.145 contagios detectados desde el 13 de marzo pasado.



El presidente guatemalteco, Alejandro Giammattie, destituyó a Hugo Monroy como ministro de Salud en medio de críticas a la gestión de la COVID-19, que se concentra en el departamento de Guatemala (68 %), donde está la capital.

El Salvador, de 6,4 millones de habitantes, llegó a 4.626 casos y 98 muertes tras alcanzar también récords esta semana -el último este sábado, de 151 contagios en un día- cuando arrancó la primera fase de su apertura tras 85 días de cuarentena y la anulación de esta por el Supremo.

Es importante que la Sala Constitucional «devuelva sus facultades legales al Gobierno para poder poner restricciones de circulación y detener el avance exponencial del virus», dijo el jefe del Estado salvadoreño, Nayib Bukele.

FRENAZO DE LA REACTIVACIÓN ECONÓMICA

Costa Rica, con 2.213 casos y 12 muertes, suspendió la fase 3 de su reactivación, prevista a partir de este sábado y que amplía la operación comercial ya abierta, tras reportar el viernes 119 nuevos contagios, la mayor cifra diaria desde que el 6 de marzo comenzó la pandemia en este país de 4,9 millones de habitantes.

Honduras, con un total de 12.048 casos y 358 muertes hasta el sábado tras registrar la cifra récord de 1.048 nuevos contagios en un día, suspendió la segunda fase de su apertura, que debía arrancar este lunes. Sus autoridades cerraron además 6 de los 11 mercados populares de la capital, Tegucigalpa.



El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, y su esposa, Ana García, dieron positivo del nuevo coronavirus SAR-CoV-2, y el gobernante despacha desde un hospital militar sin que presente complicaciones según la información oficial.

En Nicaragua, afectada por una larga crisis política y cuyo abordaje de la pandemia genera críticas, el Gobierno reportó el martes un acumulado de 1.823 casos de COVID-19 y 65 fallecidos, mientras que un observatorio independiente cifró en 1.688 muertos y en 5.957 las personas con signos de la enfermedad. EFE

REM

REDACCION EL MERCURIO

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