OPINIÓN|
Buen amigo es el gato cuando no araña, dice el refrán. Sí, la vieja revolución de la autocracia y la nueva revolución de la indecisión que han forjado estos casi 14 años de implosión social, política, ética y económica se va quedando si adeptos. Porque más allá de la pelea de los compadres, siguen siendo los mismos, unidos por el factor común de la tremenda y descarada corrupción que ha pasado intacta de la época del despotismo a la del caos y la improvisación. Y mientras el barco hace agua por todas partes va llegando la hora del sálvese quien pueda.
Allí tenemos, por ejemplo, al ya distanciado vicepresidente Otto, que está en plena campaña hace tiempo y podría encontrar en los escándalos de corrupción el pretexto perfecto para desmarcarse de una vez por todas mientras los indígenas, movimientos sociales, vieja izquierda, toda la derecha y la sociedad civil en su conjunto se pasa a la oposición y socavan la ya exhausta base política del gobierno.
Y al tiempo que la política les da la espalda, la justicia que tanto jugó a su favor, se les sale de control. Los jueces destituidos por el correísmo vuelven a sus cargos y se rechaza, por segunda vez, la tentativa de liberar al oscuro Jorge Glas que seguirá cumpliendo su condena por asociación ilícita mientras espera el resultado de las demás causas penales que pesan en su contra.
Y finalmente, como si todo esto fuera poco, el CNE se les cae a pedazos, y bajo la amenaza de destitución por irregularidades en la inscripción de movimientos políticos, la presidenta y los concejeros buscan salvarse de la guillotina desinflándoles los botes salvavidas borrando del mapa al movimiento Revolución Ciudadana (lista 5) del correísmo, Justicia Social del esposo de Pamela Martínez (casos de sobornos); y Libertad es Pueblo, de Gary Moreno (hermano del presidente). A la lista 35 no era necesario eliminarla. Esa se elimina sola, ya verá usted.
Así que anímese estimado lector, ya pronto acabará. Y no sé, la verdad, si el próximo gobierno será mejor o peor. Lo que sé es que será diferente. Y eso es bastante… (O)