Ecuador reportó este lunes 62.380 positivos por COVID-19, 422 más que en la víspera, y 4.821 muertes por la enfermedad, 40 adicionales, a los que se suman 3.025 probables, de acuerdo con el último parte oficial facilitado por las autoridades.
Desde que se reportó el primer caso el pasado 29 de febrero se han tomado un total de 164.844 pruebas, entre PCR y rápidas, gracias a las cuales se han descartado 84.891 casos, mientras que 5.900 pacientes se recuperaron de la enfermedad y otros 7.960 recibieron el alta hospitalaria.
De las 24 provincias de Ecuador, la costera de Guayas, cuya capital es Guayaquil, sigue encabezando el mayor número de casos, con 16.129, lo que representa el 30,19 % a nivel nacional, seguida por la de Pichincha, con Quito como cabecera, que reúne 8.994, el 16,84 % de los contagios, 70 más que el domingo.
EN CONTEXTO: Incertidumbre acerca del tiempo que falta para una vacuna contra COVID-19
Les siguen Manabí con 4.720, Los Ríos (2.429), Santo Domingo de los Tsáchilas (2.344), Esmeraldas (2.228), El Oro (2.189), Azuay (1.993), Tungurahua (1.259), Cotopaxi (1.236), Loja (1.095) y Morona Santiago (1.009).
El resto de las provincias ecuatorianas, incluyendo la circunscripción territorial de Galápagos (100 casos), registran menos de un millar de confirmados, aunque la provincia de Santa Elena alcanza los 962.
Ecuador se encuentra desde el mes pasado en un proceso de desescalada en las restricciones en su estrategia epidemiológica para encarar la pandemia.
Esto supone pasar del aislamiento masivo al distanciamiento físico con el levantamiento de las limitaciones a la movilidad humana, que entraron en vigor con el estado de excepción el 16 de marzo, y que ha sido extendido en varias ocasiones por el presidente, Lenín Moreno, la última el 15 de junio por 60 días adicionales.
Quito inició el 3 de junio una nueva etapa de desescalada y pasó del color rojo al amarillo en el semáforo epidemiológico, lo que se ha traducido en la reanudación parcial del transporte público y una mayor actividad comercial y laboral en las calles de la urbe, habitada por unos tres millones de personas.
Sin embargo, la incesante tasa de contagios que no parece remitir en la capital la mantiene bajo algunas limitaciones pese a encontrarse en color amarillo, como el cierre de teatros y cines o la suspensión del transporte interprovincial, entre otras medidas. EFE