En el último mes se han incrementado los reclamos por parte de usuarios del servicio de agua potable de la Empresa de Telecomunicaciones, Agua Potable y Alcantarillado (ETAPA EP).
En algunas de las oficinas y puntos de pago de esta institución, que pertenece al Municipio de Cuenca, se han formado largas filas, especialmente, en las dos últimas semanas.
Y es que algunos abonados como es el caso de Ernesto Tacuri, se quejan de que los valores de las planillas son demasiado altos respecto a lo que pagaban habitualmente.
Por cinco meses de consumo de agua le salió una factura de 367 dólares de una casa de sus hijos, que está en la calle Luis Cordero, cerca de la avenida De Las Américas. Hasta marzo pagaba entre 30 y 35 dólares.
“Fuimos a reclamar a ETAPA EP y nos dijeron que las tarifas no han subido, entonces pedí que expliquen por qué sale tanto de pagar. Creímos que era una fuga, pero después descartamos eso…”, dijo.
Algo similar le ocurrió a Marcia Fajardo, a quien por el consumo de tres meses le facturaron una deuda de 190 dólares por una vivienda que está en el sector de Misicata.
“Antes pagábamos entre 25 y 30 dólares máximo al mes, a veces incluso menos, pero ahora nos encontramos con esto y llama la atención porque dicen que las tarifas no han subido, creo que hay un error…”, mencionó.
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Lo que le pasó a otra usuaria: Catalina Méndez, es algo similar, pero tiene una justificación. A ella le salió una planilla de casi 2.900 dólares, por cinco meses. Tras una revisión se comprobó que se trató de una fuga.
“Si nos hubiesen notificado a tiempo, nos hubiesen informado, se habría revisado y evitado que esta deuda crezca tanto y me quede con esta enorme deuda, que difícilmente voy a poder pagar…”, señaló.
Jaime Arce, gerente comercial de ETAPA EP, explicó que cuando la ciudad estaba en semáforo rojo la jornada laboral se suspendió y por eso quienes tomaban la lectura de los medidores no salieron a trabajar.
Por esto ETAPA EP aplicó el artículo 40 de la Ley Orgánica de Defensa del Consumidor y facturó con los promedios de consumo que tenían los usuarios antes de la emergencia sanitaria, que inició el 16 de marzo.
“Antes de la pandemia vale la pena acordarnos de que no pasábamos en casa, la mayoría de personas tenemos un trabajo, actividades de educación, salíamos para las diferentes actividades…”, dijo.
Arce detalló que cuando se hizo la emisión de los meses correspondientes a marzo y abril, y en algunos casos incluso de junio, se tomó en cuenta los promedios.
A partir del 26 de mayo cuando la semaforización cambió a amarillo se reintegraron a sus labores los trabajadores de ETAPA EP y se retomó la lectura de los medidores y se obtuvieron los valores reales.
Por eso “en los casos en los que el promedio fue inferior al consumo real se está cobrando ese valor. Esto hace que el pago emitido últimamente obedezca a la acumulación de prácticamente dos o tres meses”, dijo.
Principalmente al inicio de esta pandemia el consumo del líquido vital creció considerablemente en los hogares. Esto también se debió a que las familias entraron en un periodo de confinamiento.
En los casos en los que el promedio de consumo facturado fue superior al real, ETAPA EP procede a devolver el dinero, y en si es que el usuario todavía no ha cancelado se hace una refacturación. (CSM)-(I)