Andrea Salazar – Quito
Luego de 13 años de existencia en que, según Édison Toro, gerente de la Empresa de Medios Públicos, fueron un instrumento del estado de propaganda del anterior Gobierno, sirvieron para la defensa del Régimen y el ataque a los opositores políticos, ayer cerraron los medios de comunicación institucionales, dejando a 618 personas en el desempleo.
Toro recalcó que no se trata del cierre definitivo de los medios públicos, pues todavía mantienen el sueño de verlos, algún día, convertidos en mecanismos de información de calidad y renombre, “como la BBC”, por ejemplo. Afirmó que consistirá en una transformación.
“La buena noticia es que los medios públicos no desaparecen, se transforman, se consolidan como el ente necesario e imprescindible para un sistema de comunicación de un país. La crisis económica nos obliga ser racionales en el uso de los pocos recursos que en este momento tiene Ecuador, el esquema va encaminado a eso”, puntualizó Toro.
Según el nuevo esquema, se mantendrá El Telégrafo como una plataforma digital, desde mayo no se lo imprimía, para lo cual será rediseñado. Además se hará una reconstrucción del modelo de Ecuador TV y de la Radio Pública, que tendrán una propuesta informativa a la que Toro llamó “novedosa” y que incluiría, por ejemplo, temas relacionados con el agro, el emprendimiento, lo social.
El personal que se mantendrá trabajando, 109 personas, será el que pueda adaptarse a este nuevo modelo. “Serán periodistas, productores, editores, que puedan trabajar para los tres tipos de propuestas”, dijo.
Además, entre este 19% del personal, el 81% será desvinculado, también permanecerán las personas que se encargarán de la liquidación de bienes, pues Editogran, la imprenta de propiedad de El Telégrafo, será eliminada.
Aunque la liquidación del personal tendrá un costo de USD 7 millones 200 mil, que según Édison Toro incluirá a quienes se les adeuda montos por este concepto desde hace varios meses, el funcionario resaltó que el país tendrá un ahorro de al menos USD 30 millones, pues los medios públicos tenían un presupuesto anual de USD 60 millones y la autogestión solo subsanaba la mitad.
“Era un esquema administrativo financiero ineficiente”, dijo el gerente, quien puso como ejemplo el número de camarógrafos que generalmente tiene un canal de televisión. “Con cinco se podría manejar un canal, aquí había cinco veces más, ese esquema se manejaba en todas las áreas”, dijo.
Observaciones de Contraloría
Desde el 2014 la Contraloría General del Estado comenzó a emitir observaciones al manejo inadecuado de los medios públicos, en junio de este año se advirtió sobre las pérdidas anuales que, en el 2013, sobrepasaron los USD 15 millones de dólares, además de los sueldos astronómicos que recibían sus directivos, llegando a más de USD 30 mil, muy superiores a los percibidos por el presidente de la República. Fernando Alvarado, exsecretario de Comunicación, actualmente prófugo de la justicia, desmerecía las críticas, señalaba que los medios se volverían autosustentables, eso nunca sucedió.
Además Contraloría emitió informes por las irregularidades detectadas en la emisión de las sabatinas, en la transmisión de convenciones de Alianza PAIS, en la contratación de seguros, entre otros temas que significaron pérdidas para estos medios y el país.
