El deseo de superación, la falta de trabajo en el campo y apoyar a sus padres fueron los principales motivos hace 24 años para que los hermanos Pedro y Patricio Roche Azaña, procedentes del cantón San Fernando, viajen ilegalmente a los Estados Unidos (EE.UU.).
Su historia no tuvo un final “feliz” como la de muchas personas que arriesgan sus vidas en las fronteras de Centro y Norteamérica.
Pedro, de 20 años, falleció producto de un disparo fulminante en su cabeza, mientras Patricio de 22 años, recibió impactos en la cadera y una de sus piernas que lo dejó con una discapacidad permanente para caminar. Esto, cuando la policía de Nicaragua atacó con varios disparos una furgoneta repleta de migrantes que se dirigía a Honduras.
En ese entonces, sus familiares iniciaron los procesos legales correspondientes en busca de justicia. Hoy -luego de más de dos décadas de espera- encuentran ese alivio cuando la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) determinó que el Estado de Nicaragua es responsable por los actos violentos en contra de los dos azuayos, y sentenció una reparación e indemnización económica.
“Mi primo no puede volver a la vida, pero al menos se hace justicia”, indicó Natalia Roche, prima de los compatriotas, quien explicó que en un inició el padre de las víctimas estuvo al frente de todos los procesos legales, pero al fallecer, quedó en manos de la madre, Angelita Azaña, que hoy tiene más de 70 años de edad.
Natalia -una de las familiares que aún vive en San Fernando- recordó que su otro primo, Patricio, actualmente reside en Quito -y que por la distancia y el descuido- perdió contactó con él, incluso desconoce su número telefónico. Sin embargo, aseguró que está “aparentemente” bien pese a su discapacidad, y trabajaría en una panadería para mantener su hogar.
Recuerdos
En las proximidades de la Unidad Educativa “Miguel Moreno” -ciudad de Cuenca- tiene desde hace más de diez años su tienda de víveres, Luis Roche, otro de los primos de las víctimas, quien aún los recuerda con nostalgia.
“Cuando nos enteramos del hecho -en ese entonces- por las noticias, pensábamos que los dos habían muerto (…) Pasaron entre ocho y diez días aproximadamente para conocer con exactitud lo que sucedió con mis primos”, señaló.
Para, Luis, fue un golpe duró la muerte de Pedro, ya que desde la infancia compartió mucho tiempo con él, labraban juntos el campo. “Era un excelente deportista, le gustaba mucho el indor, jugaba de defensa, además le encantaba cazar pájaros del bosque (…) Hoy sus restos están en el cementerio de San Fernando”, comentó. (BPR)-(I)
Municipio dará seguimiento al caso
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) determinó que el uso de la fuerza por parte de la policía fue letal y arbitraria por lo que se violó el derecho a la vida e integridad personal de las víctimas.
En tal virtud, el Estado de Nicaragua pagará una indemnización, en el plazo máximo de un año, a la familia Roche Azaña.
Además de publicar la sentencia en uno de los diarios de mayor circulación nacional e implementar un plan de capacitación para los miembros de la policía y ejército de ese país para evitar hechos similares.
De acuerdo con, Claudio Loja, alcalde de San Fernando, este hecho es histórico por la defensa de los migrantes que pierden la vida o resultan gravemente heridos por los abusos en las fronteras hacia los EE.UU.
Loja anunció que darán seguimiento al caso y presionarán para que se cumpla la sentencia de la CIDH. Entre los primeros pasos, anunció un acercamiento ante los organismos internacionales, además de asistir a la familia para que no tengan inconvenientes en acceder a la indemnización. (I)