EDITORIAL|
La Empresa Municipal que tiene a su cargo los servicios de teléfonos agua potable y alcantarillado pone en funcionamiento las nuevas ampliaciones de la planta de agua de Tixán. Se trata de un importante proyecto que duplica la capacidad de la actual planta. Permitirá abastecer a amplios sectores de Cuenca, especialmente a la zona central y oriental de la urbe cuando menos por quince o veinte a años más de agua potable de calidad. La planta que con las conexiones últimas sirve a más de la mitad de la población de la ciudad, fue entregada oficialmente a inicios del año pasado durante la anterior administración municipal y entra a servir ahora.
Cuenca ha tenido desde el siglo pasado un servicio de agua potable de alta calidad y con una cobertura que beneficia a casi la totalidad de la población. El crecimiento urbano -a veces sin los controles necesarios- no ha sido un obstáculo para que ese y otros servicios prestado por Etapa lleguen a la población. Lo que para los cuencanos es un servicio común y corriente, no lo es para otras ciudades del país en donde el agua potable es en algunos casos de mala calidad y escasa. Las imágenes de gente comprando agua a tanqueros particulares, aquí son en buena hora desconocidas, gracias a una muy buena labor de administraciones municipales que se han empeñado en dotar a la ciudadanía de este servicio vital.
La dotación de estos servicios básicos es parte de lo que en Cuenca podría llamarse una política de ciudad, de mantener en el tiempo obras y proyectos que benefician a la urbe. En un país como el nuestro en que cada nuevo gobierno nacional o local cree que con él comienza la historia y anula todo lo hecho por la anterior, el caso de Cuenca merece destacarse. Por otra parte, no solamente el servicio sino también los planes de manejo y conservación de las cuencas hídricas que rodean a la urbe, son parte de una visión integral de Cuenca, visión que en buena hora se sigue manteniendo en el tiempo.