OPINIÓN|
El día viernes pasado los bomberos voluntarios de Cuenca emitieron un comunicado indicando que ellos no son depredadores pues ellos textualmente manifiestan “públicamente indicamos nuestro total desacuerdo a que la Estación se construya en una zona tan frágil y aún más dentro de un área protegida de carácter intangible” y más adelante señalan que no se puede generalizar un calificativo por culpa de la acción de la actual administración y de su estamento de asesores. Nadie en Cuenca entiende porque el coronel Patricio Lucero Primer Jefe del Cuerpo de Bomberos de Cuenca es tan porfiado. En todas las redes sociales y todo comentario señalan estar en contra de la construcción de una estación de bomberos en el Parque Nacional Cajas frente a la laguna Illincocha. Presuntamente no debe saber utilizar las redes sociales, su propio personal y otras autoridades se oponen no debe ser tan necio. NO es NO y no hay vuelta que dar.
Personalmente tampoco le entiendo al economista José Luis Espinoza, gerente de la empresa Etapa EP, una persona inteligente, preparada, amante del Cajas y sobre todo un excelente pescador. Por su afición a recorrido decenas de lagunas, se ha maravillado de su encanto y ha respetado la naturaleza y ahora sin más con los ojos cerrados y con los oídos sordos le ha concedido autorización al Primer Jefe para que vaya con su cuartel a dañar el ecosistema cuando Etapa firmó un contrato para cuidar el Cajas.
Creería que si Bomberos, Etapa y Municipio no pueden cuidar el Cajas se debería devolver el manejo del Parque al Ministerio del Ambiente, entendemos que ellos serán más sensatos y mandarán a su Primer Jefe a la casa puesto que primero es el cuidado de la diversidad biológica del Cajas, del agua que viene para Cuenca. Primero hay que cuidar la calidad de vida de los organismos que conforman cada ecosistema para que exista una mayor cantidad de especies. Los ecosistemas naturales que se desarrollan a lo largo de miles de años provocan una interdependencia y un equilibrio de los ecosistemas. (O)
