Andrea Salazar / Quito
Richard Martínez, ministro de Economía y Finanzas, anunció la noche del pasado miércoles un nuevo proceso de renegociación de la deuda externa del país, esta vez con el banco China Development Bank (CDB), que otorgará un período de gracia de un año en el que se suspenderá el pago del capital, logrando un alivio de USD 417 millones hasta octubre del 2021.
Pero lo otorgado por el banco chino solo significa un aplazamiento en los pagos. Martínez puntualizó que en octubre del 2021 se empezará a desembolsar 11 pagos mensuales de unos USD 38 millones cada uno hasta el segundo trimestre de 2024, fecha de vencimiento de la línea de crédito.
A este desembolso de USD 38 millones mensuales se sumará a un mayor pago por intereses, pues aunque la tasa se mantiene en 7,25% la deuda será más grande a partir del octubre del 2018, dado que se sumará lo que se deje de pagar durante el período de gracia.
Esto significa que más allá de que Martínez en más de una ocasión ha manifestado que buscan un alivio en las finanzas actuales y también para los futuros gobiernos, en realidad el peso de esta deuda con el China Development Bank recaerá sobre quien asuma el poder a partir de mayo del 2021.
En el año 2022 el pago por el capital, que antes del aplazamiento ascendía a USD 332 millones, ahora llegará a USD 479 millones, mientras que para el 2023 el monto pasa de USD 333 millones a USD 486 millones.
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En la renegociación de aproximadamente USD 17.000 millones en bonos soberanos consumada el pasado lunes se ha dado un fenómeno similar, aunque en ese caso el próximo Régimen sí tendrá un alivio.
Durante el 2020 las actuales autoridades dejarán de pagar USD 1.361 millones, mientras que en el 2021 el monto llegará solo a USD 79 millones. En el 2022, ya completamente a cargo del nuevo Gobierno, se deberá cancelar USD 292 millones en lugar de los USD 3.486 que estaban previstos; hasta el 2025, cuando siguiente presidente de la República esté por dejar el cargo, el monto llegará a USD 906 millones y no los USD 1.708 millones de antes de la renegociación.
La carga de este reperfilamiento de la deuda la sentirá quien empiece a gobernar desde el 2025, pues en el 2026 deberá pagar USD 2.835 millones y llegarán en el 2027 a la máxima cantidad de USD 4.368 millones, antes de la renegociación el pago en este año era de USD 1.915 millones.