Andrea Gómez, docente y epidemióloga cuencana, junto con Daniel Orellana, profesor de la Universidad de Cuenca, sostienen que conforme a los datos entregados hasta el 31 de julio, el exceso de mortalidad en el país durante el año 2020 es un índice preocupante.
Dicho exceso hace referencia a las muertas por encima del promedio de los últimos 5 años, y que son atribuibles a la pandemia.
Gómez y Orellana condensaron los datos en gráficos que demuestran la evolución del virus a nivel cantonal, provincial y nacional, con el objetivo de que sirvan como herramienta para la toma de decisiones desde el poder público.
Detalles
Los datos recopilados para la investigación de los académicos cuencanos son los registrados por el Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Registro Civil, compilados por el investigador Andrés Robalino.
De acuerdo con estas cifras, a nivel de la provincia el indicador de muertes por COVID es menor al 3 %, por debajo de la media nacional que es de un 7 % y del promedio en América Latina que registra un 4 %.
Esto quiere decir, según Gómez, que si bien hay muchos casos de coronavirus, 4.244 hasta ayer, no hay un alto número de muertes.
Sin embargo, los investigadores indican que este es un indicador que “hay que tratarlo con pinzas”, porque hay muchas muestras que aún no se analizan, más de 40.000 a nivel nacional, “y no sabemos cuántas pertenecen al Azuay”.
También hay que tener en cuenta el exceso de muertes con relación a años anteriores, un indicador reflejado por el Registro Civil que muestra un aumento diario de casos.
El exceso de mortalidad no tiene una causa fija dado que el Registro Civil aún no determina el porqué de las muertes, pero es atribuible a la pandemia dado que en el Azuay no se ha dado un suceso de alta letalidad, como una catástrofe natural o accidente múltiple.
Dicho exceso en el Azuay es de un 10 % por encima de lo esperado al 15 de julio, y en Cuenca de un 10,7 % más, esto según los registros del estudio académico.
Casos
El número de casos que dan positivo para coronavirus según el análisis de los datos también es motivo de alarma.
En Ecuador, los casos positivos para COVID están por encima del 40 % de las pruebas realizadas, cuando debía ser menor al 10 % de acuerdo con los parámetros internacionales.
En Azuay este indicador es menor a la media del país pero está cercano al 20%, lo que da “una idea cercana de lo que sucede”, comenta Gómez.
El coordinador de Salud, Julio Molina, indica que este incremento de casos tiene que ver con la mayor aplicación de pruebas a la ciudadanía, “a más pruebas realizadas lo lógico es que haya más casos positivos”, señala.
Los investigadores sostienen que si bien hay una correlación entre estos dos temas, no se ha dado el suficiente número de pruebas PCR en la región como para sostener esta realidad.
En Chile, por ejemplo, se han aplicado 1,8 millones de pruebas y la positividad es de un 22 %, mientras en Ecuador, con 280.000 pruebas, la positividad es del doble.
El ministro de Salud, Juan Carlos Zeballos, desestimó esta semana las proyecciones hechas por los epideomiólogos en el país, algo que rechazan los investigadores cuencanos pues si bien no han efectuado una proyección como tal, aseguran que “la ciencia no se equivoca”.
“Lamentablemente no nos hemos equivocado, reducir las restricciones iba a derivar en exceso de demanda de camas UCI, listas de espera y muertes. La prueba está en las propias cifras del Ministerio” sostiene Gómez.
Los datos dan cuenta de que en la última semana, Cuenca registró 250 nuevos casos de coronavirus y 18 fallecidos solo dentro de los hospitales, aparte de 33 levantamientos de cadáveres.
Los datos de la investigación de Gómez y Orellana son abiertos y están disponibles en la página web ‘Public Tableu’, a través del enlace https://url2.cl/s4Ntt. (JMM) (I)