OPINIÓN|
El Director Ejecutivo de la Cámara de Industrias de Cuenca, Ing. Andrés Robalino Jaramillo, en la entrevista publicada el día martes 11 de agosto, Diario El Mercurio, expresa su gran preocupación por las dificultades financieras que atraviesan el Sector Industrial pues la demanda de bienes está estancada y las industrias no producen en la capacidad que tienen, repercutiendo principalmente en la oferta laboral.
Molesta a los Industriales que en estos últimos 20 años no ha habido un solo Alcalde que se preocupe en incentivar al sector industrial de Cuenca, por lo que esperan que el Ing. Pedro Palacios, actual burgomaestre, cambie la historia en el período que le resta, con un municipio más eficiente, menos burocrático. Con el Prefecto Yaku Pérez indica que no se han reunido ni una sola vez y menos emprender proyectos mancomunados, lo cual refleja la carencia total de políticas públicas a favor del sector productivo, construcción, comercio para poder crecer y desarrollarse.
En las 114 empresas afiliadas a la Cámara de Industrias laboran 50 mil familias: 20 mil empleos directos y 30 mil indirectos, se factura 1.500 millones de dólares al año, cifra muy significativa para la económica local. Sus sueños son convertir a Cuenca e un polo de desarrollo nacional y mundial ¿Pero ¿cómo se podrán lograr aquello si se carece de suelo industrial, con tantos impuestos, excesiva tramitología que desincentivan la creación de nuevas empresas?
El malestar por la carencia de suelo industrial en Cuenca, no es solo del gremio, sino de todos los sectores productivos, de la ciudadanía en general, que siente en “carne propia” el desempleo, la pobreza cada vez mayor.
La industria azuaya, imposibilitada de seguir creciendo, se ha visto obligada a emigrar a la costa: cantones Guayaquil y Durán, que tienen suelo barato y adecuado para este fin, siendo los procedimientos para localizar sus fábricas completamente más reducidos. (O)
