OPINIÓN|
Aparentemente la oposición ciudadana ante la ocupación del Honorable Cuerpo de Bomberos en una edificación en el Cajas, está consiguiendo su objetivo al clausurar, de una vez por todas, el proceso. Es decir que, más allá de las obvias razones ambientales expuestas por Kabir Montesinos y los ciudadanos que respaldamos su argumento, este ejemplo nos obliga a repensar nuestras actitudes en cuanto a la actuación pública; los ejercicios de ciudadanía son absolutamente necesarios en una época en la que los innombrables de la corrupción y las mafias llenan los titulares. En definitiva, debemos comprender que nuestra voz es indispensable para poner un alto a cualquier intento público, político o privado que vaya en detrimento de nuestro buen vivir. El hábitat de dignidad y soberanía de los cuales debemos ser guardianes permanentes; la pandemia nos mantiene encerrados, pero no evita que nuestras voces se disparen cada vez que se intenta vulnerar nuestros derechos; estas muestras de presencia ciudadana, deben ser tomadas en cuenta, más allá de los espectáculos electoreros que nos esperan; es decir que los políticos y aquellos que manejan la cosa pública tienen que saber que la voz última es la nuestra, no importa si las circunstancias que rodean a un hecho sean, aparentemente, inofensivas. Las voces de los técnicos, biólogos y demás entendidos nos ponen alerta. Este ejemplo de ciudadanía se debe replicar a lo largo y ancho de nuestro país. Sin lugar a dudas. (O)
