Los gastos generados por la prevención del coronavirus, cifras que contrastan con la crisis económica que afecta a varias de las empresas que antes de la pandemia eran aportantes de estos centros, provocan una disminución de ingresos en las casas de acogida de la provincia.
La presidenta de Mensajeros de la Paz, Rosana Vintimilla, indica que si bien se reciben aporte “de manos voluntarias y desinteresadas” todo es poco en comparación con los gastos que representa el combate a la pandemia en el centro que atiende a personas con discapacidad, y hace un llamado a la caridad y solidaridad.
Algo similar pasa en el Hogar Miguel León, donde las religiosas a cargo del centro requieren de apoyo para atender a adultos mayores y niños sin hogar. Ellas piden pañales, insumos médicos y alimentos no perecibles para sustentar sus gastos.
En el Hogar Tadeo Torres la situación es la misma. El dinero que antes obtenían para comida y cubrir las necesidades básicas de los niños de la casa de acogida se han destinado también a la compra de mascarillas e insumos contra la pandemia, lo que hace que requieran de más ayuda de la ciudadanía para enfrentar la crisis sanitaria. (JMM) (I)