Negocios buscan su reactivación económica
La Remigio Crespo, una de las avenidas de Cuenca consideradas el corazón comercial y de distracción, especialmente para los jóvenes el fin de semana, hoy cambió de rostro.
Era una tradicional zona para el ocio nocturno con alta presencia de bares, sitios para “picar”, discotecas y, en el día, variedad de comercios y sucursales financieras.
No era tan fluido el tráfico sobre todo jueves, viernes y sábado; hoy, la pandemia prácticamente paralizó la economía de la zona, varios locales íconos como el “Safari” han cerrado sus puertas y los que han quedado activos se mueven con pocos usuarios/clientes.
Uno de ellos es Persa Flor (arreglos), abierto hace 15 años. Enfrenta una delicada situación desde que inició la cuarentena y su dueño, Seyed Amir (iraní), se vio forzado a cerrar sus puertas y cuando reabrió todas sus flores y plantas exóticas estaban muertas, inversión de 15 mil dólares.
Para reactivarse fue a la banca a pedir un préstamo, le respondieron que no porque “usted no está al día”. Él refutó “imagínese ¿cómo vamos a estar al día con la pandemia? si pido es porque necesito”.
Ahora registra poca clientela, como estrategia redujo el precio de algunos arreglos, debe hacerlo, pues ya le viene el pago del arriendo de su local esquinero, que no es bajo.
Siguiendo “la Remigio”, como los jóvenes le dicen a esta arteria, almacenes de bicicletas, motos y vehículos están abiertas, pero no con muchos clientes, pese a que este recorrido se efectuó en pleno sábado a las 10:30, día clave para ventas a tal punto que antes del Covid-19 era difícil encontrar un parqueo libre dentro de estos negocios.
Y esto lo sabe el cuidador de uno de los dos parqueaderos grandes en la vía, frente al edificio del Servicio de Rentas Internas (SRI), a las 11:50 del sábado no tenía ningún cliente, excepto este Diario que estacionó ahí por unos minutos. “Bastante” ha bajado la ocupación, dijo.
Otros trabajadores que son un “termómetro” para evaluar la dinámica comercial son los vendedores ambulantes, quienes todo el día se ubican en el parterre central de esta vía a promocionar cargadores de celular y más.
Jorge Santos, de 33 años, nacido en Chimborazo y radicado en Cuenca, lamenta “la verdad estamos en el piso con el negocio, la venta no hay, está duro”.
A él ya le resulta difícil cubrir su arriendo mensual de 90 dólares del cuarto donde vive, está atrasado cinco meses, tampoco puede financiar su comida diaria.
Antes de la emergencia sanitaria, en un día bueno de ventas hacía 15 dólares, este sábado al medio día no vendía ni un dólar. “Los conductores ahora tienen miedo de abrirnos las ventanas para mostrarles el producto, no piensen que les vamos a robar, sino andan asustados del covid”.
Empresas están preocupadas por impuestos, seguro, arriendo y más pagos que hacen
Una de las empresas grandes, del sector heladerías, que también está conflictuado es el famoso “Frutilados”. Su dueña, Cecilia Burbano, quien lleva dos décadas en este negocio declara que es la primera vez que ocurre esto. Antes se quedaban sin mesas porque tenían llenos totales, este 22 de agosto solo dos mesas estaban ocupadas.
“Estamos totalmente preocupados sobre todo por impuestos, Seguro…según las leyes se supone que hay alguna ayuda, pero no se ve tanto”, declara. Tuvo que reducir su personal de 16 a seis trabajadores.
Por primera vez Frutilados cierra los domingos. Burbano considera que ha influido mucho el horario del toque de queda porque antes la gente llegaba a tomarse “su cafecito” entre las 16:30 y las 20:00, pero el local ahora cierra a las 18:00.
Gladys Brito, dueña de una tienda tradicional de la zona, está deprimida, en los doces años de abierto este negocio nunca vio un cierre de tantos locales, como el llamativo “Coctelitos”, discotecas y otros.
Las noches esta tienda vendía “full”, dice, precisamente por el gran movimiento, hoy el toque de queda impactó terriblemente.
Farmacias, comisariatos como El Popular, entre otros, registran una gran afluencia de público.
Las sucursales de bancos y cooperativas no se han paralizado, en la Remigio Crespo, muestran gran movimiento, usuarios haciendo fila para ventanillas y cajeros.
Uno de los giros de negocios que no han cerrado, sino se han transformado, en esta vía, son varios restaurantes, muchos aunque no tienen clientela física, sí la tienen online, y hacen entregas a domicilio como su fuerte.
También han cambiado su razón de ser algunos bares, como el caso del conocido “Karaoke Chino” (a pocos pasos de la Remigio, en el redondel del Estadio) que hoy se convirtió en una cafetería.
Pero este sector de bares y discotecas en general está totalmente golpeado, alerta Luis Torres, presidente de la Asociación de Bares, Restaurantes y Discotecas de Cuenca.
Explica que el cierre temporal de todos estos negocios es por obedecer las resoluciones del COE cantonal y nacional; pero, en este contexto existen bares que han cerrado definitivamente porque ya no pueden sostener pago de arriendo, empleos y más.
Torres hace un llamado a las autoridades, pues informa que su gremio ya presentó un protocolo para bares y discotecas, que está con observaciones.
Exactamente los bares y discotecas piden al COE: revisión de medidas tomadas como aforo y horario de toque de queda y la declaración del sector turístico como prioritario. Alegan que existen cientos de desempleados e inversiones paralizadas. (I)
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