OPINIÓN|
_ ¿Sabes que el 60 por ciento están contaminados?
_ ¿Te refieres al virus de la pandemia?
_ Me refiero al virus de la corrupción entre legisladores y legisladoras, más de la mitad de los cuales se encuentran sometidos al escrutinio de la justicia, porque algo habrían hecho, que no es necesariamente elaborar leyes y fiscalizar, conforme reza el ordenamiento constitucional para ellos.
_ Qué van a legislar ni fiscalizar, cuando bastantes de ellos se han dedicado más bien a conseguir carnés falsos de discapacidad para adquirir vehículos de alta gama y tener otras ventajas, y otritos a negociar cargos o cobrar “diezmos”, cuando no dedicarse al negocio de la venta de fármacos.
_ Qué “angelitos” y “angelitas”, han resultado ser algunos de los que se llamaban antes “padres y madres de la patria”, y que ahora más bien pudieran denominarse “padrastros y madrastras de la corrupción”, según la ciudadanía que se halla cansada de la pestilencia que emanan los pasillos legislativos.
_ ¿Y que fue de la auto depuración legislativa?
_ Ese es otro mito, como el del “cura sin cabeza” o los “gagones”, ya que carece de total verosimilitud, ya ni los niños más pequeños creen en esa famosa auto depuración, ya que, de practicarse de verdad en la Asamblea, muchas curules quedarían vacías.
_ Sin embargo, algunos asambleístas sueñan con reelegirse en los próximos comicios.
_ Exceptuando al puñado que merecería una reelección, los restantes más bien deberían despedirse para siempre de la política, por haber fracasado estrepitosamente y consumido los dineros del país en dietas y otros beneficios que no los han justificado con seriedad, trabajo legislativo y honorabilidad.
_ Así que, amables ciudadanos, a la hora de depositar el voto por los futuros asambleístas, piensen bien y hagan memoria, graben en sus mentes los rostros de los incursos en presuntos actos de corrupción, para que no se equivoquen, y si ni así se equivocan, que mejor se abstengan a futuro de concurrir a las urnas. (O)