OPINIÓN|
Tengan cuidado, mucho cuidado. No salgan de sus casas. No corran peligro, pues tenemos dos pandemias importantes que rondan arteras e inicuas. La una, el COVID-19 que postró el mundo a sus plantas y desde luego, al Ecuador lo tiene agónico, descubriendo, dada la horrenda crisis producto de su virulencia, la real profundidad de la corrupción, con todo el sistema de salud en la más vil descomposición, donde hospitales, lugares donde gastan ingentes cantidades de dinero en medicinas e insumos, constituyen botín inagotable y rico para enriquecer organización delictiva muy bien entramada y efectiva. La otra pandemia, la electoral, que, si sacamos la nariz de nuestras casas, quieran enrolarnos como candidatos presidenciales o de múltiple elección, movimientos dirigidos por sátrapas, delincuentes y corruptos, pescadores de río revuelto que mantienen su agrupación con astucia y desvergüenza, acciones que producen asco y risa por la ridícula calidad de sus actores y discursos. EE.UU. y sus 328 millones de habitantes, tiene 2 candidatos a presidentes, mientras que nuestro macondiano Ecuador con 17 millones de almas, 19 binomios, muchos de ellos formados por prófugos y delincuentes juzgados y condenados, que gracias a trastiendas del CNE y la constitución manipulada, desvergonzados y patéticos se candidatizan para tratar de reflotar sus risibles movimientos políticos, salvarse de la justicia, recibir dinero del CNE para elecciones y conservarse en cartelera política sin mínima ética y decencia. Largo, muy largo sería comentar 19 binomios, sin embargo, tenemos: desconocidos dueños de partidos, marionetas y chimbadores, encarcelados, familias de delincuentes procesados y prófugos y muchas otras maravillas de engendros políticos que hallan cabida en un país ignaro y falto de razón común que lo permite. No es el caso de tomar partido por nadie, sin embargo, diría que Lasso se preparó por años en su empeño de llegar a Carondelet y se le escucha razonar con criterios que podrían salvarnos. Por otro lado, y para bien de los cuencanos, escogió un paisano médico como binomio, Alfredo Borrero, amigo grato desde las bancas universitarias, capaz, honesto y preparado, que, según el plan, tratará de sacar la salud del agujero negro donde se mueve. Si existiera lógica en política, deberían todos los movimientos de tendencias afines, unírseles para lograr el poder y ojalá salvarnos, desterrando al correísmo autocrático, delincuencial y ratero y refundar un país digno y respetado. (O)
